Un nuevo tipo de investigación genética sugiere que los brotes en hospitales de bacterias resistentes a los fármacos no siempre se transmiten de un paciente a otro, ya que numerosas personas – pacientes, visitantes y personal sanitario – portan los mortíferos gérmenes.
Científicos británicos utilizaron una concienzuda búsqueda para determinar cómo un peligroso tipo de bacteria, llamada MRSA, se ha extendido por todo el mundo.
El resultado, publicado el jueves en la revista Science, aparece bajo el título de Prueba práctica de por qué algunas defensas de hospitales fracasan, e incluye un posible método nuevo para idear estrategias mejores.
“Para el público, la MRSA es solamente un organismo grande, malo y feo”, comentó el doctor Buddy Creech, especialista en enfermedades infecciosas de la Universidad Vanderbilt que no participó en el estudio, aunque lo consideró un paso importante – al descubrir múltiples subtipos que no pueden ser identificados mediante análisis normales.
“Nos demuestra que no todas las MRSA han sido creadas iguales”, agregó.
MRSA son las iniciales en inglés de estafilococo áureo resistente a la meticilina, un germen muy común de la familia de los estafilococos. Una de cada tres personas porta el estafilococo áureo en su nariz sin sufrir síntoma alguno, pero puede infectar a otros. El germen causa en general infecciones cutáneas pero puede ser mortífero si penetra en el torrente sanguíneo o en los órganos, y el MRSA causa unas 18.000 muertes anuales.
Pruebas anteriores en busca de unas pocas mutaciones bacteriales clasificaron al MRSA en diferentes cepas.
Los científicos del Instituto Wellcome Trust Sanger, en Gran Bretaña, dieron un paso gigante: Crearon un mapa genético de 63 muestras de MRSA recogidas en todo el mundo entre 1982 y el 2003, y analizaron incluso las variaciones mínimas del ADN para establecer cómo una cepa común – llamada ST239 – se extendió de continente a continente y en un hospital en Tailandia.
El resultante árbol genealógico sugiere que el MRSA se originó en Europa en la década de 1960, justo cuando los antibióticos comenzaron a ser ampliamente utilizados. Se extendió a América del Sur y se hizo dominante en partes de Asia.