El Departamento de Estado norteamericano advirtió a sus ciudadanos que se mantengan alejados de Michoacán, estado natal del presidente mexicano Felipe Calderón, donde narcotraficantes mataron a 18 agentes federales el mes pasado.
El alerta emitido el jueves no recomienda no viajar a México, pero señala que la violencia reciente ha motivado a la embajada de Estados Unidos a exhortar a sus ciudadanos que pospongan viajes innecesarios a Michoacán y al estado fronterizo de Chihuahua, donde dos estadounidenses fueron secuestrados y asesinados en julio.
El departamento dijo que los estadounidenses que viajen a esas áreas deben tener precaución extrema. Michoacán es residencia temporal de la mariposa monarca, donde se reproduce, y sitio frecuentado por turistas de Estados Unidos. En el estado detonó la violencia el mes pasado cuando el cártel de drogas La Familia lanzó una serie de ataques que causaron la muerte de 18 agentes federales y dos soldados después del arresto de un operador de alto nivel del mismo.
Además, en septiembre del 2008 dos granadas detonaron en la plaza principal de Morelia, la capital del estado, que estaba llena de gente por la celebración de las fiestas patrias. En Chihuahua se encuentra la ciudad más peligrosa de México, Ciudad Juárez, con más de 1.300 asesinatos este año. El alerta dice que los estadounidenses deben evitar el área de Guadalupe Bravo, cerca de Ciudad Juárez, y la zona noroeste del estado, incluido Nuevo Casas Grandes.
Se advierte que en el último año se han incrementado los asesinatos, robos de auto con violencia y otros delitos en Ciudad Juárez, ubicada frente a El Paso, Texas, y que en otras ciudades fronterizas ha habido balaceras en centros comerciales y otros lugares públicos durante el día.
Delincuentes han seguido y asediado a ciudadanos estadounidenses en sus vehículos en las ciudades fronterizas de Nuevo Laredo, Matamoros y Tijuana, según el Departamento de Estado.
Por otro lado, hombres armados mataron al presidente del Congreso del estado de Guerrero, estado del Pacífico sur plagado de narcotraficantes, donde se encuentra el afamado puerto de Acapulco.
El cadáver del legislador de izquierda Armando Chavarría fue encontrado con tres heridas de bala en la madrugada del jueves en el asiento del pasajero de un vehículo en Chilpancingo, capital del estado, según la secretaría de Seguridad Pública de Guerrero.
El Partido de la Revolución Democrática, al cual pertenecía Chavarría, calificó su muerte como un crimen político y dijo que al menos 25 de sus miembros han sido asesinados este año.
El líder nacional del partido, Jesús Ortega, dijo que se trataba “obviamente” de un asesinato político, pero no dio más detalles.
También el jueves en Tijuana un grupo de sicarios abrió fuego contra dos policías federales a pocos metros del aeropuerto internacional de la ciudad. Ambos policías resultaron heridos.
Las autoridades cercaron inmediatamente el aeropuerto, frente a la frontera con Estados Unidos, y obligaron a los pasajeros a caminar unos 800 metros para encontrar taxis.
En el estado de Tabasco, en la costa del Golfo de México, un grupo de sicarios ejecutó a dos policías municipales en una carretera rural, cuando se preparaban para hacer una ronda de vigilancia. Mientras que en el estado de Veracruz, colindante con Tabasco, ocho policías locales fueron acusados de asociación delictuosa y cargos relacionados con la desaparición de Francisco Serrano, el administrador aduanal de Veracruz, ocurrida el primero de junio