Estados Unidos aumentó la presión sobre Irán este lunes de cara a las próximas conversaciones sobre energía nuclear, reclamando un acceso completo a la nueva planta de enriquecimiento de uranio de ese país y denunciando como “provocativas” la pruebas de misiles de largo alcance.
“Este es un día importante, una semana importante para los iraníes, tienen decisiones por tomar”, dijo el portavoz de la Casa Blanca, Robert Gibbs, de cara a la reunión sobre energía nuclear que se realizará en Ginebra entre las potencias mundiales e Irán.
Por su parte, Rusia expresó su preocupación por las pruebas de lanzamiento de los misiles Ghadr-1 y Sejil, ambos capaces de alcanzar blancos en Israel.
Este es otro signo de la preocupación compartida por Rusia y Estados Unidos con relación a Irán luego de las conversaciones que entablaron el presidente ruso, Dmitry Medvedev, y su homólogo estadounidense, Barack Obama, en Nueva York, la semana pasada.
Gibbs añadió que nunca antes el mundo había estado tan unido para combatir el programa nuclear iraní ni Teherán tan aislado.
Washington le pidió a Teherán un acceso completo a la nueva planta de enriquecimiento de uranio para que sea inspeccionada por la Agencia Internacional de Energía Atómica (AIEA).
“Pueden permitir un acceso inmediato. Pienso que es lo mínimo que pueden hacer”, dijo Gibbs. El Departamento de Estado condenó con determinación también los últimos lanzamientos de misiles de Irán.
El portavoz del Departamento de Estado, P.J Crowley, dijo que las pruebas “no fueron útiles en nada”. “En la medida que Irán continúe actuando más como como un estado policía o militar que como un jugador constructivo en la región, su aislamiento será mayor”.
Gibss dijo que “Estos fueron ejercicios militares ya programados”, y que eran coherentes con “la actitud provocativa con la que Irán ha actuado en el escenario mundial”.
Según el portavoz, esto valida la política de Obama de cambiar el escudo antimisiles de Europa del Este por un programa de defensa orientado a Irán.
Crowley advirtió que Irán fallará, si lo que quería era influir en la reunión del P5+1 que se realizará el jueves entre el iraní Saeed Jalili y los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas más Alemania.
“Lo único que logra es que Irán se aisle aún más, y seguirán viendo cada vez más consenso internacional, incluyendo el establecimiento de sanciones”.
“Esta actitud provocativa no funcionó para Corea del Norte y tampoco funcionará par Irán”. Por su parte, el ministro de Relaciones Exteriores ruso, Sergei Lavrov, afirmó: “Si bien no está prohibido por ningún acuerdo internacional, la situación actual irresuelta y el contexto hacen que el programa nuclear iraní sea preocupante”.
La semana pasada en la cumbre del G20 realizada en la ciudad estadounidense de Pittsburgh, Estados Unidos, Francia y Reino Unido advirtieron establecer duras sanciones si Irán no era transparente con su programa nuclear. Teherán admitió la semana pasada estar construyendo una planta de enriquecimiento de uranio en una motaña cercana a la ciudad sagrada de Qom, la segunda del país a pesar de las constantes peticiones de Naciones Unidas de detener todas las activades de enriquecimiento de uranio.