Estados Unidos quiere que Israel suspenda durante cuatro meses la colonización judía en Jerusalén Este a cambio de negociaciones directas con la Autoridad Palestina para reactivar el proceso de paz, informaron el miércoles los medios de comunicación israelíes.
Washington propone que durante cuatro meses Israel cese la construcción de viviendas en Jerusalén Este, incluso en los barrios judíos, y se compromete, a cambio, a presionar al presidente palestino Mahmud Abas para que entable negociaciones directas con el primer ministro israelí Benjamin Netanyahu, afirma el diario Haaretz.
Por el momento el gobierno de Netanyahu ha excluido congelar la colonización en Jerusalén Este.
El plazo de cuatro meses coincide con el calendario propuesto por la Liga Arabe para establecer negociaciones indirectas entre Israel y los palestinos, estimaron responsables israelíes citados por Haaretz.
Hasta ahora, los palestinos se niegan a mantener negociaciones directas con Israel, como quiere Netanyahu, sin que antes éste congele la colonización, incluido en Jerusalén Este.
La televisión israelí Channel Two divulgó la misma información, pero precisa que Israel no contestará a la petición estadounidense hasta que hayan terminado las celebraciones de la Pascua judía, la próxima semana.
La oficina del primer ministro Netanyahu ha declinado comentar estas informaciones.
Netanyahu regresó el pasado jueves por la noche a Israel, tras una visita a Estados Unidos que no permitió resolver su crisis con el gobierno de Barack Obama y dejó entre interrogantes la posible reanudación del diálogo israelo-palestino, bloqueado desde hace más de un año.
El viernes reunió a su gabinete de seguridad con el fin de elaborar la respuesta a las crecientes presiones estadounidenses para que suspenda la colonización judía. No han trascendido detalles sobre la reunión.
El litigio de las colonias judías en Cisjordania y en Jerusalén Este es el principal obstáculo actualmente para reactivar el proceso de paz.
Frente a la presión de Estados Unidos, Israel anunció en noviembre una moratoria limitada y temporal, de diez meses, en la construcción de nuevas viviendas en la Cisjordania ocupada. Pero esta moratoria no afecta a Jerusalén Este, un sector de mayoría árabe cuya anexión en 1967 no cuenta con el reconocimiento de la comunidad internacional.
Israel considera el conjunto de la Ciudad Santa como su capital “indivisible y eterna”, mientras que los palestinos aspiran a que Jerusalén Este sea la capital de su futuro estado.
El conflicto en torno a esta zona se agravó hace dos semanas, cuando el gobierno de Netanyahu anunció la construcción de 1.600 nuevas viviendas en un barrio de colonización en Jerusalén Este, en plena visita del vicepresidente estadounidense Joe Biden