Al lado de su homólogo francés, el presidente Barack Obama dijo el martes que espera la aprobación de sanciones internacionales contra Irán en “cuestión de semanas”, no de meses, para frenar su programa nuclear.
Sin embargo, Obama reconoció que carece todavía del apoyo pleno en Naciones Unidas.
“¿Tenemos unanimidad en la comunidad internacional? No todavía”, dijo Obama. “Y eso es algo en lo que tenemos que trabajar”.
Obama dijo que él y el mandatario francés Nicolas Sarkozy son “inseparables” en sus opiniones sobre el tema iraní.
Por su parte, Sarkozy dijo a la prensa: “Irán no puede continuar con su loca carrera” para hacerse de armas nucleares.
“Ha llegado el momento de tomar decisiones”, advirtió.
En el Consejo de Seguridad de la ONU, China y Rusia, dos miembros permanentes con poder de veto, han expresado sus reservas sobre un paquete de sanciones más severas, lo mismo que varios miembros temporales.
Obama dijo que entiende que los países que cuentan con vínculos comerciales con Irán, especialmente los que dependen de la nación islámica y de sus exportaciones petroleras, pueden tener reservas.
Pero señaló que no ha habido señales de que Irán esté cerca de dar marcha atrás en su programa nuclear, por lo que se ha agotado prácticamente la paciencia.
“Es mi esperanza que logremos esto en esta primavera. De modo que no me interesa esperar meses para que se implemente un régimen de sanciones. Me interesa ver ese régimen en cuestión de semanas”, señaló Obama.
El martes, más temprano, la secretaria de Estado, Hillary Rodham Clinton, pronosticó que las nuevas sanciones están por llegar, con lo que sugirió que China, Rusia y otras naciones escépticas podrían ceder al final.
Obama y Sarkozy se reunieron en privado en la Oficina Oval y cenaban más tarde en la Casa Blanca con sus esposas, Michelle Obama y Carla Bruni. El presidente estadounidense dijo que él y el mandatario francés discutieron varios asuntos globales, incluyendo la reforma a la regulación financiera y las negociaciones de paz en el Medio Oriente.
Sarkozy dijo también que está unido a Washington para condenar las construcciones recientes por parte de Israel en Jerusalén Oriental.
El presidente francés elogió a Obama por tratar de llevar a israelíes y palestinos a la mesa de negociaciones de paz. Sarkozy dijo que la “ausencia de paz” en la región “es un problema de todos nosotros”, y alimenta el terrorismo en el mundo.
En un tema espinoso, Sarkozy fue consultado sobre la opinión extendida en Europa, según la cual el otorgamiento de un contrato por 35.000 millones de dólares por parte de la Fuerza Aérea estadounidense para fabricar un avión-cisterna capaz de reabastecer de combustible a otras aeronaves representó una muestra de favoritismo para la gigante norteamericana Boeing.
La supuesta preferencia habría sido en menoscabo de una alianza entre la controladora de la compañía europea Airbus -EADS- y la compañía estadounidense Northrop Grumman. La EADS y Northrop Grumman se retiraron este mes de la licitación.
Sarkozy dijo sin embargo que confía en el ofrecimiento de Obama de que una nueva licitación sería “independiente, justa y transparente” y anticipó que ante esa situación la EADS participaría en la licitación.
Obama señaló que aunque el proceso “será justo y libre”, la decisión final corresponde al secretario de la Defensa, Robert Gates.
El presidente estadounidense elogió a Francia como uno de los mejores y más viejos aliados de Washington, y destacó que ambos países han peleado juntos en frentes que fueron desde la batalla de Yorktown en la Guerra de Independencia hasta Afganistán en la actualidad.
Sin embargo, los dos han tenido diferencias claras en Afganistán. El gobierno de Obama ha presionado a Francia y a otras naciones europeas para enviar más fuerzas y Sarkozy se ha resistido a muchas de esas peticiones.
En el encuentro del martes, Obama no tuvo el objetivo de instar a Sarkozy al envío de más fuerzas, dijo el secretario de prensa de la Casa Blanca, Robert Gibbs, de cara a la reunión. “No hay una petición específica en la mesa”, señaló.
En vez de efectivos militares, Francia está dispuesta a considerar el envío de más entrenadores de soldados o policías a Afganistán, de acuerdo con un prominente funcionario francés. La fuente no dio detalles sobre cuántos podrían ser emplazados ni cuándo.
“No hay un cronograma, sólo la certeza de que se necesitan entrenadores”, dijo.
Los dos presidentes discutieron la posibilidad de entrenar a fuerzas afganas fuera de Afganistán, porque la infraestructura ahí no es la adecuada, señaló el funcionario.
Los entrenadores franceses han figurado entre los muertos en Afganistán durante este año, y las encuestas revelan que la mayoría de los votantes en Francia no apoya el envío de más personal con esa misión.
Ambos mandatarios se esforzaron por desmentir las especulaciones sobre una relación fría entre París y Washington. Obama se refirió en varias ocasiones a Sarkozy como Nicolas, y dijo estar ansioso por viajar a París el año próximo.
“Nos respetamos y entendemos mutuamente”, aseguró Obama