Europa podría enviar 5.000 soldados más a Afganistán, afirmó el primer ministro de Gran Bretaña, otorgando un apoyo concreto a la misión de la OTAN en momentos en que el gobierno del presidente Barack Obama se acerca a una decisión sobre la proporción en que aumentará la tropa estadounidense.
El anuncio británico del viernes coincidió con un nuevo golpe del Talibán en la capital. Un atacante suicida en un automóvil cargado de explosivos que atacó un convoy estadounidense cerca de una base militar norteamericana en Kabul hirió a nueve soldados estadounidenses y 10 guardias de seguridad bajo contrato. Tres afganos murieron en el ataque, el más grande en Kabul en las últimas dos semanas.
En tanto, la OTAN informó de la muerte de varios insurgentes, entre ellos una mujer armada, en una operación de rastreo en el oriente del país.
El gobernador del distrito Shindland en Herat, donde tuvo lugar la operación, dijo que tres civiles murieron y tres niños sufrieron heridas cuando los insurgentes se refugiaron en una casa particular durante el tiroteo.
Brown dijo que la estrategia de la OTAN debe ser el de alentar a las fuerzas afganas para que tengan un mayor papel para que las tropas internacionales “puedan empezar a regresar a sus países”.
En la víspera, Brown se reunió con el secretario general de la OTAN, Anders Fogh Rasmussen, quien dijo que otras naciones aliadas han prometido en privado enviar más ayuda, pero se abstuvo de qué países enviarían más tropa.
“Necesitamos que nuestros demás aliados de la OTAN ayuden”, dijo el primer ministro a la BBC en una entrevista en Londres.
Dijo que ha estado en contacto con gobiernos tanto dentro como fuera de la coalición de 45 miembros de la OTAN, pidiéndoles que envíen más soldados que entrenen a las fuerzas afganas para que puedan hacerse cargo de la seguridad en su propio país. Estimó que hasta 5.000 soldados más podrían recabarse con ese esfuerzo.
Brown ya se ha comprometido a enviar a 500 soldados más a la fuerza de 9.000 miembros de Gran Bretaña en Afganistán, a pesar del apoyo decreciente para la guerra entre la ciudadanía británica.