Europa intentaba recoger el viernes sus pedazos tras otra reunión fallida sobre el rescate de Grecia que reforzó los temores de que el país se encamina a la quiebra y a la salida del euro.
Varios países europeos dijeron abiertamente que se están preparando ante la posibilidad de que Grecia abandone la moneda única. Y aunque en las calles de Grecia no había señales de pánico ante esa posibilidad, autoridades dijeron que sus ciudadanos sacan su dinero de los bancos locales en cantidades cada vez más grandes.
Como resultado de esto, el Banco Central Europeo programó una teleconferencia de su consejo de gobierno para discutir la asistencia de liquidez de emergencia para los bancos griegos – solo dos días después de que aumentara las cantidades que estaba dispuesto a proporcionar. El BCE ha estado incrementando el nivel de los créditos de emergencia que permite a los bancos griegos para que se mantengan a flote.
La entidad podría retirar ese apoyo si cree que Atenas entrará en quiebra, pero no se espera que esto ocurra antes de la reunión de emergencia que celebrarán el lunes los 19 líderes de la eurozona. El país necesita un acuerdo para obtener parte de los fondos del rescate que siguen bloqueados por sus acreedores antes del 30 de junio, cuando debe hacer frente a una serie de pagos de deuda que ahora no puede asumir.
Sin un acuerdo, el BCE estaría sometido a una fuerte presión para dejar de inyectar dinero en un sistema bancario que podría colapsar.
Las relaciones entre los acreedores internacionales y el gobierno griego, que fue elegido en enero con la premisa de poner fin a los recortes de austeridad que estaban paralizando al país desde 2010 a cambio de los fondos del rescate, se han deteriorado significativamente en los últimos días, con cada bando culpando al contrario en términos cada vez más contundentes del parón en las negociaciones.
En Atenas, no había signos evidentes de angustia ni filas más largas de lo normal en bancos o supermercados, a pesar de los informes de grandes retiradas de fondos y transferencias, que también se pueden hacer electrónicamente.
Un funcionario de la UE dijo que en los últimos tres días se habían retirado 2.000 millones de euros (2.300 millones de dólares) de bancos helenos. “El dinero está saliendo de los bancos griegos más rápido que en cualquier momento antes”, dijo el funcionario, que habló bajo condición de anonimato por la naturaleza sensible del tema.
En Grecia, los titulares de prensa advierten de que el tiempo se está acabando. El periódico Ethnos calificó la cumbre del lunes como “La última oportunidad para un acuerdo” mientras que el oficialista Efimerida ton Syntakton dijo que los acreedores pusieron “Un cuchillo en nuestra garganta”. El ateniense Giorgos Tsakoyiannis, de 55 años, dijo que creía que se cerraría un acuerdo.
“Cuando dos partes quieren resolver algo, no hay forma de que no suceda”, dijo. “Parece extreme, pero la política nunca es extrema. Es un juego sucio”.
El primer ministro griego, Alexis Tsipras, trató de ofrecer un tono optimista a pesar del rotundo fracaso de la reunión que mantuvieron el jueves los ministros de finanzas para avanzar en una solución. La cumbre es “un hecho positivo en el camino hacia un acuerdo”, dijo Tsipras afirmado que “quienes invierten en escenarios de crisis y terror estarán equivocados”. “Hemos intentado que las últimas negociaciones sean al más alto nivel político en Europa y ahora estamos trabajando para el éxito de la cumbre”, explicó.
Y en un comunicado el viernes, el Banco de Grecia parecía relativamente optimista, destacando el “gran esfuerzo” realizado por el gobierno de Atenas para encontrar una base común con sus acreedores. La brecha a resolver “no es una grande”, agregó. En la reunión de ministros de Finanzas de los 28 miembros de la Unión Europea en Luxemburgo había cierto escepticismo sobre las perspectivas de cerrar un acuerdo el lunes. La esperanza es que las conversaciones técnicas entre Grecia y sus acreedores se reanuden el fin de semana, antes de otro encuentro de los ministros de la eurozona el lunes antes de la cumbre de líderes.
El ministro finlandés del sector, Alexander Stubb, dijo que “ahora mismo hay dudas” sobre si se podrá alcanzar un acuerdo a tiempo en la cumbre del lunes. Por otra parte, un funcionario ruso dijo el viernes que Moscú estaría dispuesto a considerar la posibilidad de prestar ayuda financiera a Grecia. El funcionario habló antes de conversaciones entre los líderes de ambos países.