“Equivócate, equivócate otra vez. Pero equivócate mejor“.
Samuel Beckett
La insaciable búsqueda de conocimiento
Un insaciable modo de curiosidad en la vida y el continuo esfuerzo de aprendizaje continuo, eso es curiosidad y la curiosidad es el principio de cualquier innovación y el motor de todos los avances de la humanidad.
Todos nosotros, llegamos al mundo, curiosos. La curiosidad se construye sobre nuestro natural impulso, el mismo impulso que no lleva a dar vuelta a la ultima paginaâ??el deseo de aprender más.
Todos la tenemos; el reto es usarla y desarrollarla para nuestro beneficio. En los primeros años de nuestra vida nuestra mente está involucrada en una insaciable búsqueda de conocimiento. ¿Qué sucede después? ¿Cómo es que dejamos de ser curiosos? ¿Cómo es que los negocios no replican ese estado de los niños en sus primeros años de vida? ¿Por qué no hacemos pequeños experimentos y probamos como nos va con esa idea?
Creando una cultura de experimentación en los negocios
Otra manera de incorporar el â??aprendizaje de los erroresâ? en la cultura de una empresa puede ser el replanteamiento de todo el concepto de fallar al crear una cultura de experimentación.
Muchas empresas lo están haciendo ahora, algunos ejemplos de ello son Wal-Mart, Capital One, y General Electric. La creación de esta cultura de la experimentación de negocios es más difÃcil de lo que parece, ya que no siempre se puede saber si una idea va a funcionar hasta que se ponga en acción, y la mayorÃa de las empresas no están preparadas para la desventaja del riesgo de fallar.
Debemos crear un ambiente que nos haga pasar de los asà llamados experimentos fallidos y el frÃvolo desperdicio de recursos, donde las ideas son probadas de una manera indisciplinada; a una recolección disciplinada de datos, análisis y repetición que produzca aprendizaje, aun y cuando el experimento en sà mismo no produzca el resultado deseado.
Para articular esta cultura de la experimentación en una empresa deberÃamos comenzar por tomar esta frase de Samuel Beckett que nos pide: â??EQUIVOCATE, EQUIVOCATE OTRA VEZ. PERO EQUIVOCATE MEJOR.â? Y tatuarla en el alma de nuestra empresa, hacer que todos y cada uno de nuestros empleados y colaboradores vivan a través de esa certeza, los errores y los intentos fallidos son una condición del éxito. Debemos castigar no al que cometa errores, sino a aquel no tiene iniciativa. El fracaso contribuye al éxito de tu empresa.
Los experimentos deberÃan ser hechos en torno a retos especÃficos de innovación que busquen cumplir ciertos objetivos estratégicos.
Los conceptos resultantes deberÃan ser rápidamente llevados a nivel de prototipo en sucesivas iteraciones, cada una diseñada para acercarse al producto o proceso â??idealâ?. A cada nivel de prototipo corresponderá una evaluación desarrollada en base a esta â??concepción idealâ?.
La decisión de matar el concepto o desarrollarlo debe ser tomada en algún momento definido de antemano. Si la decisión es matar el concepto, entonces desarrollaremos un reporte completo de que funciono y que no funciono.
Lo más importante es:
1. Establecer un proceso especifico para la experimentación e identificar a los experimentos como tales solo cuando han pasado por este proceso no se puedan llevar a cabo sino hasta seguir el proceso.
2. Comienza el proceso con un reto especifico vinculado a objetivos estratégicos- esta clase de enfoque disciplinado asegura la relevancia tanto del proceso como de los resultados.
3. Haz criterios de evaluación lo más especÃficos y relevantes posible. Esto es crÃtico tanto para tener un enfoque disciplinado, como para evitar la pérdida de tiempo que es el buscar culpables, cuando las cosas no salen bien.
4. Somete todos los prototipos a un análisis riguroso. La habilidad de construir sobre lo que está funcionando y cambiar lo que no, está basada en el entendimiento que debe surgir de este análisis.
5. Cuando un prototipo es â??asesinadoâ?, documenta todos los posibles aprendizajes, incluyendo cosas que puedes aprender del proceso en sÃ.
Generalmente, me gusta impulsar la experimentación en todo lo que estoy relacionado. Me gusta ver a la gente probar cosas nuevas, aun y cuando se dan cuenta que no es tan bueno como lo que hacÃan antes.
Esto es especialmente cierto en los negocios y en toda la comunidad dedicada a los negocios en lÃnea y a las redes sociales.
Si nadie se atreve a ser diferente, nada cambiara nunca.
Cambiar la forma en que pensamos los negocios implica que pongamos a la recolección y análisis de datos en el corazón mismo de la práctica empresarial.
Con los datos correctos, puedes mejorar la calidad de tus decisiones.
Escrito por Julio César Ãlvarez del Castillo González www.comunicacionalterna.com.mx www.capacitacion.emogenica.com