Al menos cien personas murieron y 126 resultaron heridas tras una cadena de explosiones en Ankara, la capital de Turquía, informó el Ministerio del Interior.
Previamente, la cadena NTV y la agencia turca de noticias Dogan habían reportado 20 víctimas mortales y decenas heridos tras dos explosiones en Ankara que tuvieron lugar antes del inicio de una manifestación sindical a favor de la paz en Turquía.
La cifra luego de elevó a más de 50 victimas, luego ochenta y ahora se habla de un centenar.
El Ministerio del Interior condenó el atentado que fue contra “la democracia y la paz de Turquía” y aseguró que se están haciendo todos los esfuerzos para investigar lo sucedido.
Los manifestantes protestaban contra la violencia y el conflicto entre el ejército turco y el grupo separatista Partido de los Trabajadores de Kurdistán (PKK) en el sureste del país.
Las explosiones en Ankara ocurrieron en las inmediaciones de la estación central de ferrocarriles a las 10:00 horas locales (08:00 GMT), cerca de donde se iba a celebrar un mitin por “la paz, el trabajo y la democracia” promovido por organizaciones izquierdistas y sindicales.
La marcha, a la que habían acudido esta mañana miles de personas, estaba convocada por el Colegio de Ingenieros, el Colegio de Médicos y los dos sindicatos izquierdistas DISK y KESK.
El primer ministro turco, Ahmet Davutoglu, se reunió de urgencia con varios ministros para estudiar lo que consideran “un atentado terrorista”, producido apenas a tres semanas de las elecciones legislativas anticipadas.
La situación en Turquía se agravó tras el atentado perpetrado el 20 de julio por el Estado Islámico en la frontera con Siria y los asesinatos de policías en las provincias surorientales turcas, de los que el PKK asumió la responsabilidad.
Durante los últimos dos meses más de 130 agentes de policía, militares y civiles murieron en ataques de los kurdos.
Los bombardeos turcos contra las posiciones del PKK empezaron el 24 de julio en el sudeste de Turquía y en el norte de Irak.