Los presidentes de México y Brasil, Felipe Calderón y Luiz Inácio Lula da Silva, abrieron este lunes la puerta a una asociación entre las petroleras estatales mexicana Pemex y su par brasileña Petrobrás, en una reunión en Brasilia que buscó impulsar el comercio bilateral.
“Tengo el objetivo claro de contribuir a que Pemex se beneficie de la experiencia exitosa de Petrobras”, dijo Calderón este lunes.
La estatal mexicana, dijo el mandatario, “ha venido disminuyendo su producción, al tiempo que Petrobras a estado aumentando la suya, y ahora se encuentran en un nivel más o menos similar”. A su vez, Lula dijo que su gobierno “apoya el intercambio de experiencias tecnológicas y la posibilidad de que ambas empresas trabajen juntas en México, Brasil o en terceros países”.
Los dos mandatarios insistieron en que Brasil y México, primera y segunda economías de América Latina respectivamente, deben aumentar su intercambio comercial. “Es inconcebible, desde el punto de vista económico, que dos países que suman 300 millones de habitantes, con PIB más o menos equivalente y renta per cápita semejante, tengan un flujo de comercio de 7.400 millones de dólares.
Es incomprensible. Eso no es nada”, dijo Lula en un discurso en la cancillería tras una reunión de dos horas con su par mexicano. El mandatario brasileño destacó que desde hace varios años sueña “con un México con los ojos puestos en América del Sur (…). Es necesaria una nueva era en las relaciones” bilaterales.
Por su parte, Calderón apoyó las declaraciones de Lula al afirmar que “México y Brasil representan casi el 70% del Producto Interno Bruto (PIB) de América Latina, y por eso no es concebible que dos economías tan fuertes tengan este nivel de relaciones comerciales”. Además de un posible acuerdo petrolero, otra posibilidad para profundizar los intercambios había sido evocada por Calderón el sábado al encontrarse con empresarios brasileños en Sao Paulo: la de iniciar conversaciones para alcanzar un acuerdo de libre comercio entre ambos países.
“Un acuerdo de libre comercio genera beneficios para todos. México posee en la actualidad acuerdos de ese tipo con 44 países, y los empresarios brasileños podrían beneficiarse de ser parte de un entendimiento de este tipo”, apuntó. Es necesario “que discutamos esto con nuestros sectores productivos, con nuestros Congresos, para explorar cualquier alternativa que nos permita ampliar nuestro comercio y nuestras inversiones”, sostuvo.
Lula recordó asimismo que las inversiones mexicanas en Brasil alcanzan los 17.000 millones de dólares. “Formulo un llamado de los empresarios brasileños a que estudien las posibilidades que México ofrece”, dijo. Calderón llegó el sábado a Brasil para una visita de Estado y ese mismo día participó de un encuentro en Sao Paulo con empresarios de los dos países para discutir posibilidades de inversión.
El domingo, Calderón viajó a Rio de Janeiro y además de conversar con el presidente de Petrobrás, Sergio Gabrielli, visitó instalaciones de la firma.
En 2008 el comercio bilateral entre las dos principales economías de América Latina llegó a 7.400 millones de dólares, de los cuales 4.281 millones correspondieron a exportaciones de Brasil, según datos oficiales. En el primer semestre de 2009 las exportaciones brasileñas a México cayeron 40% y sumaron apenas 1.207 millones de dólares, mientras las mexicanas tuvieron una reducción de 6% a 1.227 millones millones de dólares