Faltan sólo unos cuantos dÃas para navidad, dÃas llenos de luces, regalos, fiestas, compras, recuerdos, nostalgias, esperanzasâ?¦
Esperanza (no en su sentido correcto) es creo, lo que nos mantiene vivos en este México que cada dÃa nos preocupa y aflige más. Hace tiempo, cuando López Obrador era jefe de gobierno, su slogan era â??La Ciudad de la Esperanzaâ? y por ahà escuche a algún chistoso decir que, era la ciudad de la esperanza porque todos esperábamos regresar sanos y salvos a nuestras casas cada noche.
México se ha convertido en el paÃs de la esperanza por las mismas razones. Justo una semana antes de navidad Marisela Escobar Ortiz fue asesinada por pedir justicia. Una mujer luchadora, una madre indignada que lo único que exigÃa es que fuera castigado el asesino de su hija, muerta dos años atrás quién fue liberado por â??falta de pruebasâ? por tres eminentes magistrados, aunque los hechos demostraban lo contrario: el susodicho era considerado asesino confeso.
Al dÃa siguiente en la calle de Bucareli un grupo de personas, donde sobresalÃan mujeres, se manifestaron frente a la SEGOB exigiendo respuestas ante tan terrible hecho. Los â??peligrososâ? manifestantes fueron rodeados por un cerco de la PolicÃa Federal, impidiendo de esa manera el acceso a más personas, las cuales acompañaron afuera del blindaje.
Igual sucede cuando cientos de elementos de CFE, Antorcha Campesina, Los 400 pueblos, cierran impunemente las vialidades de la ciudad ¿ah, no verdad?, creo que lo soñé. A ellos si se les permite mostrar su descontento y conflictuar a una ciudad que está a punto de colapsar.
¿Qué diferencia hay entre las mujeres que pedÃan justicia por uno de los cientos de feminicidios en México y los grupos de salvajes que atormentan semana con semana la capital? Ojala lo supiera y fuera capaz de dar una explicación a las situaciones bizarras que protagoniza nuestro gobierno. Soy incapaz de explicarme y explicar a los demás porque vivimos en esta desigualdad, creo entender que hay muchos interéses polÃticos, los cuales permiten ciertas cosas por asà convenirle a la estructura gubernamental. No es lo mejor para los ciudadanos quienes pagamos impuestos y vivimos en el México de la Esperanza.
Esperanza, no cómo la entendemos, pues asà la hemos aprendido, pero ya lo dijo José Luis MartÃn Descalzo: “Dicen que la gran enfermedad de este mundo es la falta de fe o la crisis moral que atraviesa. No lo creo. Me temo que lo que está agonizante es la esperanza, el redescubrimiento de las infinitas zonas luminosas que hay en las gentes y cosas que nos rodeanâ?.
Ojala que esta navidad nos llene de verdadera esperanza, de fe y fortaleza para luchar por el cambio, México es el único paÃs que tenemosâ?¦
Feliz Navidad amigosâ?¦
Beatriz González RubÃn