Cada año cientos de artistas viajan hasta Austria para el Festival Mundial de Bodypainting, que esta vez fue su edición número XIX. Las categorías se dividen en; maquillaje creativo, efectos especiales, brocha y esponja, pintura de cara, aerógrafo y más.
Coloridas y artificiosas, las obras que tienen como lienzo el cuerpo de modelos, casi en su totalidad mujeres, se exhiben sobre la pasarela donde se presentan las creaciones de los artistas y maquilladores.
Las reglas permiten a los artistas disponer de un máximo de seis horas para finalizar el trabajo sobre los cuerpos desnudos y la posibilidad de que el trabajo lo realicen uno o dos maquilladores.
Las recreaciones tienen en muchos casos tintes de ciencia ficción y, a menudo, se asemejan a personajes de películas como Avatar, El Laberinto del Fauno o Guardianes de la Galaxia.
Acompañadas de música, los participantes hacen las delicias de un público entregado que vitorea y aplaude con más fuerza a las modelos que con más gracia se desenvuelven sobre el escenario.
Marlies Wurm-Pontasch, una de las trabajadoras del Festival, cuenta cómo fueron los primeros pasos de esta fiesta hace 19 años.
“La idea comenzó como un proyecto para atraer el turismo. El primer año sólo vinieron siete artistas”, recuerda Marlies.
Aquella primera edición generó un enorme revuelo en este rincón del sur de Austria, hasta el punto de que incluso la policía hizo acto de presencia ante la presencia de tanta gente desnuda, explica sonriente.
El World Bodypainting Festival es el más importante de todos los que se hacen en Europa, aunque existen competiciones más pequeñas en otros países, explica Marlies.
El año pasado se batió el récord de asistencia, con más de 30,000 visitantes.
Aunque las estimaciones para este año “son algo inferiores” Marlies no tiene dudas de que en 2017, cuando se cumple el 20 aniversario del Festival, volverán a batirlo y afirma que incluso “ya hay artistas preparándose para ese momento”.