Fieles aguardan para escuchar la primera misa del Papa en México. Largas filas de personas se observan en los accesos y calles cercanas a la Basílica de Guadalupe, la mayoría con boleto en mano, para escuchar la primera misa que oficiará el Papa Francisco en suelo mexicano.
La Insigne Basílica de Guadalupe, ubicada en el norte de la capital del país, abrió desde muy temprano sus puertas para recibir a los fieles católicos y al pontífice de origen argentino, quien previamente había pedido a los mexicanos que lo dejen “un ratito solo” con la imagen de la Virgen del Tepeyac. “Es el favor que les pido, ¿me lo van a hacer?”
El Paseo Zumárraga, las calles Allende e Iturbide, así como las calzadas de Guadalupe y de los Misterios lucen abarrotadas de curiosos, turistas, vendedores ambulantes y sobre todo de católicos que quieren ser parte de este hecho histórico.
También ya están presentes 60 elementos de la Cruz Roja Mexicana con 15 unidades, para atender a los asistentes en caso de alguna emergencia, en tanto que se decretó “ley seca” en las colonias de las inmediaciones.
La estación Basílica-La Villa del Metro, así como nueve estaciones de la Línea 6 del Metrobús se encuentran cerradas, lo que ha provocado molestias para algunos usuarios, mientras que otros, por 10 pesos compran algún sándwich, un disco o un póster del Papa.
Rocío García Santamaría, su hermana Iris y compañeros de su oficina regalaron en la mañana cobijas a los peregrinos que pernoctaron en las calles cercanas a la Basílica, pues ellas, cada 12 de diciembre acostumbran “dar un poco de nosotros a quienes lo necesitan”.
Así, a punto de cumplir 40 años de haber abierto sus puertas, la Insigne y Nacional Basílica de Santa María de Guadalupe está lista para recibir una vez más a un Papa, luego de haberlo hecho por primera vez en 1979 con Juan Pablo II.
Francisco acudirá como un peregrino más en la búsqueda de tener un encuentro personal con la Virgen de Guadalupe, al igual que lo han hecho millones más a lo largo de casi cinco siglos desde sus apariciones en 1531.
De ello son testigos mudos la Antigua Basílica de Guadalupe, el Atrio de las Américas, el Carrillón y la Capilla de los Indígenas, entre otras tantas estructuras que se yerguen a la vista de millones de personas que han pasado a lo largo de los años.
Andrés Enrique Sánchez Ramírez, capellán de la Basílica de Guadalupe, comentó a Notimex que el Papa llegará al templo mariano por Calzada de Guadalupe e ingresará al Atrio de las Américas, donde recorrerá los diferentes cuadrantes que se establecieron para recibir a casi 32 mil personas.
Posteriormente ingresará a la Antigua Basílica de Guadalupe, inaugurada en 1709 y en donde se establecerá la Sacristía en la que el jerarca de la Iglesia Católica se revestirá, para salir en procesión con quienes conformarán el servicio del altar.
“Éste es el mismo recorrido que hizo en su momento la imagen de nuestra señora de Guadalupe el 12 de octubre de 1976”, cuando fue trasladada del antiguo templo hasta su actual altar, recordó Sánchez Ramírez.
El pontífice ingresará por la Puerta Santa, diseñada especialmente para la celebración del Año de la Misericordia por el arquitecto y monje benedictino fray Gabriel Chávez, y en donde se prevé que el Papa encienda simbólicamente “el fuego de la misericordia”.
Francisco luego celebrará la misa ante los 32 mil peregrinos distribuidos en el interior del templo, en el Atrio de las Américas y la Plaza Mariana, agregó.
Al término de la celebración eucarística, el pontífice será conducido hasta la pequeña capilla que se encuentra en la parte trasera del altar, en donde hará oración cerca de la Señora del Tepeyac, al igual que lo hiciera en su momento Juan Pablo II.
De acuerdo con la Comisión Nacional del Agua, se espera para la tarde del sábado una temperatura de 22 grados centígrados.