Como villano de película muda, el Director general del Fondo Monetario Internacional, Dominique Strauss-Kahn, acaba de imprimirles más presión e importancia a los líderes mundiales y gerentes generales de bancos centrales, de 20 naciones.
¿Por qué?, simple, en unos días en Londres tendrá lugar la reunión del G-20 y se espera mucho, muchísimo de esta reunión de primer nivel que simplemente algunos ven como la salvación a la economía mundial y la vida de millones de personas que ante la crisis, están dejando de tener asistencias internacionales de agua, salud y alimento.
¿Lo dibuje dramático?, quizá y tengan razón, pero vean, sucede que el G-20 esta conformado por Estados Unidos, Canadá, Japón, Alemania, Reino Unido, Italia, Francia, Corea del Sur, Argentina, Australia, Brasil, China, Cuba, India, Indonesia, Arabia Saudí, Sudáfrica, Turquía, Rusia Y claro esta, México.
Estos países son el G7, el G5 y agregados, que forman el G-20 y es que sus miembros representan alrededor del 90 por ciento del producto interno bruto mundial, nada despreciable, ¿verdad?, pero por si fuera poco, el 80 por ciento del comercio mundial, así como dos tercios de la población del mundo.
Quizá así dimensionado, entenderemos que dos tercios de la población mundial, estarán representados solo por el comercio o por el porcentaje del producto interno bruto que sus naciones tienen, pero los que ahí no tienen una silla de los más de 200 países que hay ene l mundo, esperan que los que ahí sentados estén, arreglen algo y mejore todo para ellos, también ver la forma de mejorar su precaria situación.
¿Estamos?