Francia se unió al coro de voces que se oponen a un plan de la Unión Europea que busca aliviar la carga que padecen unas cuantas naciones que son las que más reciben migrantes que cruzan el Mediterráneo mediante el establecimiento de un sistema de cuotas para compartir la presión.
El primer ministro francés, Manuel Valls, dijo que el gobierno se opone a la propuesta de establecer límites máximos para que cada país de la UE reciba refugiados con base en su población, desempleo y otros factores. En declaraciones el sábado a la televisión francesa, Valls dijo que un sistema de cuotas “nunca fue parte de las proposiciones francesas”.
La semana pasada, el ministro del Interior Bernard Cazeneuve dijo a la radio RTL que Francia apoyaba el plan, en momentos en que se estaba tambaleando por la creciente oposición de otros países de la UE.
Los detalles exactos del plan no han sido resueltos, pero países como Hungría, Eslovaquia y Estonia ya lo han rechazado.