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Por Redacción 30 de diciembre de 2025

El año 2025 cierra con una noticia que sacude los cimientos de la política en el norte de México. La mañana de este martes 30 de diciembre, se confirmó el fallecimiento de Francisco Barrio Terrazas, una de las figuras más emblemáticas de la transición democrática en el país. A sus 75 años, el corazón del hombre que rompió la hegemonía del PRI en Chihuahua dejó de latir en un hospital de Houston, Texas, donde libraba su última batalla.

Conocido afectuosamente como «Pancho Barrio», su partida marca el fin de una era para el Partido Acción Nacional (PAN) y para una generación de chihuahuenses que vivieron el despertar cívico de los años 80. Lo que comenzó como una intervención quirúrgica programada para tratar una afección cardíaca, derivó en complicaciones pulmonares y sistémicas que su cuerpo no pudo superar. A continuación, presentamos una crónica detallada de sus últimos momentos y los siete hitos que definieron su trayectoria pública.

1. El desenlace en Houston: Complicaciones irreversibles

La salud de Francisco Barrio había sido motivo de preocupación en las últimas semanas. Según reportes médicos y fuentes cercanas a la familia, el exgobernador fue ingresado de emergencia en un centro hospitalario de alta especialidad en Houston a mediados de diciembre. El diagnóstico inicial apuntaba a una insuficiencia cardíaca que requería una intervención quirúrgica delicada.

Aunque la operación se realizó con la esperanza de estabilizarlo, el postoperatorio se complicó severamente. Una afección pulmonar preexistente, sumada al estrés de la cirugía, deterioró rápidamente su condición. Durante más de una semana, Francisco Barrio permaneció en terapia intensiva, luchando por su vida mientras en Chihuahua las cadenas de oración y los rumores sobre su estado inundaban las redes sociales. Finalmente, la mañana de este martes, su familia confirmó el deceso, cerrando el capítulo final de un hombre que nunca temió a la adversidad.

2. El «Verano Caliente» de 1986: El origen del mito

Para entender la dimensión de Francisco Barrio, hay que retroceder casi 40 años. Su figura cobró relevancia nacional no por una victoria, sino por un fraude. En las elecciones de 1986, Barrio compitió por la gubernatura contra Fernando Baeza Meléndez. Aquel proceso, marcado por irregularidades masivas, desató el famoso «Verano Caliente».

Francisco Barrio lideró una resistencia civil pacífica sin precedentes: toma de puentes internacionales, huelgas de hambre y marchas multitudinarias. Aunque no se le reconoció el triunfo en aquel entonces, esa lucha sembró la semilla de la democracia en el norte. Fue el momento en que el empresario se transformó en caudillo, demostrando que la oposición podía movilizar a las masas y desafiar al sistema de partido único con la fuerza de la moral y la ciudadanía.

3. La victoria de 1992: La llegada de la alternancia

La justicia política para Francisco Barrio llegaría seis años después. En 1992, volvió a postularse y, esta vez, la ola de cambio fue imparable. Su triunfo en las urnas lo convirtió en el primer gobernador de oposición en la historia moderna de Chihuahua, inaugurando una etapa conocida como «el panismo bárbaro» que llegaba al poder para quedarse.

Su administración (1992-1998) se caracterizó por un enfoque empresarial en la gestión pública, la renegociación de la deuda estatal y un combate frontal a la corrupción heredada. Sin embargo, gobernar no fue sencillo. Francisco Barrio tuvo que enfrentar la resistencia de sindicatos priistas y una sequía severa que azotó al campo, pruebas que forjaron su carácter como administrador en tiempos de crisis.

4. Las sombras de su mandato: La crisis de seguridad

No todo fue miel sobre hojuelas. El sexenio de Francisco Barrio también coincidió con el inicio visible de una tragedia que marcaría a Chihuahua para siempre: los feminicidios en Ciudad Juárez. Durante su gestión, los reportes de mujeres desaparecidas y asesinadas comenzaron a escalar, un fenómeno que en aquel momento no fue dimensionado en su totalidad por las autoridades.

Críticos y activistas señalaron en su momento una respuesta tardía o insuficiente por parte del estado. Este periodo oscuro es, sin duda, la nota al pie más dolorosa en su biografía política. A pesar de sus logros administrativos, la historia también recuerda que fue bajo el mandato de Francisco Barrio cuando el mundo empezó a voltear a ver a Juárez con horror, un estigma que el exgobernador cargó y debatió durante el resto de su vida pública.

Francisco Barrio
Francisco Barrio: 7 Claves de la Vida y Muerte del Primer Gobernador Panista de Chihuahua 3

5. El «Zar Anticorrupción» de Vicente Fox

Tras dejar la gubernatura, Francisco Barrio no se retiró a la vida privada. Con la victoria de Vicente Fox en el año 2000, fue llamado a las grandes ligas de la política federal. Asumió la titularidad de la Secretaría de la Contraloría y Desarrollo Administrativo (Secodam), con la encomienda de limpiar la casa tras 70 años de gobiernos del PRI.

Se le apodó el «Zar Anticorrupción». Su gestión destapó escándalos mayúsculos como el «Pemexgate», demostrando desvíos millonarios del sindicato petrolero hacia campañas políticas. Aunque Francisco Barrio logró encarcelar a figuras menores, se topó con las limitaciones del sistema judicial y los pactos políticos de la transición, lo que le generó frustración. Sin embargo, su paso por el gabinete federal reafirmó su imagen de hombre probo e intransigente con el desvío de recursos.

6. Embajador y mentor: Sus últimos roles

En los años posteriores, Francisco Barrio continuó sirviendo al país desde otras trincheras. Fue diputado federal y, durante el sexenio de Felipe Calderón, se desempeñó como Embajador de México en Canadá. En Ottawa, lejos del ruido de la política partidista nacional, se dedicó a fortalecer los lazos comerciales y diplomáticos en América del Norte.

Al regresar a México, se convirtió en una especie de oráculo para el panismo. Alejado de los reflectores diarios, Francisco Barrio fungió como mentor de nuevas generaciones de políticos. Su casa en Ciudad Juárez y en Chihuahua capital era parada obligada para aspirantes y dirigentes que buscaban consejo. Su voz, aunque pausada por la edad, seguía teniendo un peso específico en las decisiones internas del partido que ayudó a construir en el norte.

7. El legado de un demócrata

Hoy, Chihuahua y México despiden a un hombre complejo. Francisco Barrio fue un líder que supo ser oposición y gobierno; que conoció la gloria de los mítines y la soledad de las decisiones ejecutivas. Su muerte deja un vacío en la clase política tradicional, esa que entendía la política como un deber cívico y no solo como un negocio.

Las reacciones no se han hecho esperar. Desde la dirigencia nacional del PAN hasta adversarios históricos, todos coinciden en reconocer su papel fundamental en la construcción de la democracia mexicana. Daniela Álvarez, presidenta estatal del PAN, lo describió como «un mentor y un gigante moral».

Conclusión: El fin de una época

La partida de Francisco Barrio cierra definitivamente el ciclo de los «bárbaros del norte», aquellos líderes empresariales que en los 80 decidieron que ya bastaba del partido único. Su lucha abrió la puerta para la pluralidad que hoy, con sus luces y sombras, vivimos en México.

Descanse en paz, Francisco Barrio Terrazas. Su nombre queda grabado no solo en las placas de las obras que inauguró, sino en la historia de la resistencia civil de un pueblo que aprendió a defender su voto gracias, en gran parte, a su liderazgo.

Francisco Barrio
Francisco Barrio: 7 Claves de la Vida y Muerte del Primer Gobernador Panista de Chihuahua 4

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