Nació en Arnedo de la Rioja, Logroño, España, en 1750. Virrey de la Nueva España del 19 de julio de 1809 al 8 de mayo de 1810. Murió en la Ciudad de México en 1811.
Mientras llegaba el virrey designado por la Junta de Sevilla, fue designado virrey interino el arzobispo de México, Javier Lizana y Beaumont, quien debía calmar los ánimos encendidos por las múltiples amenazas de guerra extranjera y las discordias civiles.
En el virreinato se discutía si se debía guardar lealtad al monarca o si la nación debía buscar su independencia.
Así, en Valladolid, Michoacán, tuvo lugar una conspiración de oficiales criollos que fue descubierta y sus integrantes llevados a la cárcel acusados de traición, pues instigaban a favor de la emancipación de México.
A pesar de que el arzobispo virrey se ocupaba personalmente de conminar a la obediencia, no pudo impedir la marea que se levantaba incontenible.
Aprovechando su benévolo modo de gobernar, en todas partes se conspiraba.
Un grupo de criollos decididos se reunían en la ciudad de Querétaro, pero fueron descubiertos y denunciados.
Sin embargo, no correspondió a Lizana y Beaumont encarar las consecuencias de este evento