Un mexicano arrestado por la muerte a tiros de una mujer en un famoso muelle de San Francisco admitió en una entrevista en su celda que le disparó, pero afirmó que fue un accidente. El ataque concitó atención nacional y críticas después que funcionarios federales revelaron que el hombre tenía siete convicciones por delitos y que había sido deportado cinco veces a su país.
Francisco Sánchez, de 45 años, dijo el domingo a KGO-TV en una mezcla de inglés y español que halló una pistola envuelta en una camisa mientras estaba sentado en el muelle fumando un cigarrillo. “La recogí… y empezó a dispararse sola”, dijo Sánchez. Agregó que oyó tres detonaciones.
Durante la entrevista pareció confundido y a veces habló de manera incoherente. Agregó que tenía la vista disminuida y que en el momento en que encontró la pistola estaba bajo el efecto de píldoras para dormir.
“Todo lo que tengo que decir en el tribunal es que quiero que me den el castigo que merezco y cumplirlo lo antes posible”, agregó durante el diálogo de unos 45 minutos.
Kathryn Steinle, de 32 años, murió baleada el miércoles mientras paseaba por los muelles con su padre y una persona amiga. La policía dijo que los testigos no oyeron ninguna discusión ni disputa antes del tiroteo, lo que indicó que fue un ataque al azar.
Testigos en el muelle tomaron fotos de Sánchez inmediatamente después del ataque y las imágenes ayudaron a la policía a arrestarlo mientras aquel caminaba a unas pocas cuadras de distancia.
El Servicio de Control de Inmigración y Aduanas (ICE por sus siglas en inglés) había entregado a Sánchez a las autoridades en San Francisco el 26 de mayo por un cargo pendiente de drogas.
La policía puso en libertad a Sánchez el 15 de abril después que el fiscal de San Francisco se negó a formularle cargos por lo que las autoridades dijeron había sido un caso de posesión de marihuana de una década atrás.
Virginia Kice, vocera del ICE dijo que la agencia había emitido una solicitud de arresto de Sánchez que no se cumplió.
Freya Horne, asesora legal del departamento de policía de San Francisco, afirmó el viernes que los pedidos federales de detención no bastan para retener a alguien. Según la ordenanza municipal, las personas que se encuentran en el país sin autorización no son entregadas a los agentes de inmigración a menos que haya una orden de arresto.
Sánchez dijo que regresó a Estados Unidos después de ser deportado porque hallaba trabajos mejor remunerados que en México.