Las fuerzas iraquíes intentaban este viernes evitar los disparos de los francotiradores, los coches bomba y los artefactos disimulados a orillas de la carretera mientras luchaban por expulsar a los yihadistas del grupo Estado Islámico (EI) de la estratégica ciudad de Ramadi (oeste).
Las tropas antiterroristas afrontaron poca resistencia al entrar en el centro de Ramadi hace cuatro días, en su última ofensiva por reconquistar la ciudad que tomó el EI en mayo.
Los combatientes yihadistas prefirieron concentrar su defensa en torno a un complejo gubernamental de Ramadi, en el barrio de Hoz, adonde las fuerzas iraquíes intentan entrar.
“Nos enfrentamos a numerosos obstáculos, sobre todo francotiradores y coches bomba”, contó un soldado de las tropas antiterroristas, el teniente Bashar Husein, desde el barrio de Dhubat, al sur de Hoz.
El terreno permite que un reducido grupo de combatientes pueda contener el avance de un grupo más numeroso.
Los soldados iraquíes se encontraban a unos 500 metros del edificio el jueves, y sólo lograron avanzar un poco hacia allí este viernes.
“La resistencia de Dáesh (acrónimo en árabe del EI) se hizo más fuerte a medida que las fuerzas iraquíes se acercaban al complejo gubernamental”, dijo a la AFP un oficial que quiso guardar el anonimato.
“Nuestras fuerzas están ahora a más de 300 metros de esos edificios”, precisó.
Se considera que el EI todavía tiene a menos de 400 miembros en la ciudad, y algunas fuentes aseguran que varios de sus combatientes se están retirando del frente utilizando a civiles como escudos humanos.
“Las operaciones para liberar Ramadi necesitan tiempo. No es sencillo retomarla rápidamente”, explicó Ibrahim al Fahdawi, el jefe del comité de seguridad de la cercana localidad de Jaldiya.
“Casas con trampas, ataques suicidas, bombas improvisadas, francotiradores, obuses, cohetes: Dáesh está utilizando todo lo que tiene para detener el avance de las fuerzas de seguridad”, dijo Fahdawi.