Virrey de la Nueva España del 23 de noviembre de 1642 al 14 de mayo de 1648. Murió en Lima, Perú, en 1659.
No obstante las tribulaciones pasadas durante el gobierno del marqués de Villena, el nuevo virrey, conde de Salvatierra, llegó a la Nueva España en una época de bonanza económica que convirtió al virreinato en la colonia que mayores recursos suministraba a la península.
México se convirtió en una metrópoli que concentraba las riquezas de toda América y las islas Filipinas; además, la producción minera aumentó considerablemente en el virreinato.
El problema que tuvo que enfrentar el conde de Salvatierra fue la seguridad de las embarcaciones españolas, atacadas por los piratas y corsarios ingleses, franceses y holandeses.
Así, durante su gobierno se instituyó el sistema de flotas, cuyos barcos llevarían las riquezas americanas a España protegidos por una poderosa escuadra de guerra llamada Armada de barlovento.
El monarca consideró satisfactoria la labor del virrey y lo premió promoviéndolo al virreinato del Perú