El nuevo gobernador de Guerrero Héctor Astudillo tiene que demostrar que viene preparado para hacer frente al crimen organizado que hay que decirlo, ha sido el coco de todos los gobiernos de la entidad en los últimos 20 años.
Y es que nada peor pudo sucederle a Héctor Astudillo que en sus primeros días de gobierno el crimen organizado se le haya puesto firme, de acuerdo a medios locales como Novedades, en tres días el crimen organizado en Guerrero produjo más de 20 muertos en una oleada que parece la bienvenida al flamante nuevo gobernador.
Hagamos una breve pausa, Héctor Astudillo así como casi todos los gobernadores cuando llegan a una entidad así de problemática como Guerrero, siempre tratan de ser firmes ante un problema que está más que enquistado, el crimen.
Si no se ataca el problema del crimen organizado desde raíz como lo es la pobreza y la diferencia entre clases sociales, los esfuerzos que se hagan en pro de la seguridad serán casos aislados.
La federación ya le respondió a Héctor Astudillo que no tema, que estará cerca de él, pero en Guerrero donde hay literalmente zonas que son tierra de nadie, es difícil siquiera que con la más sofisticada tecnología se avance en el combate al narcotráfico y el crimen organizado.
Hace unos días Héctor Astudillo dijo que implementaría el Mando Único policial para evitar se den casos de corrupción y penetración del crimen en los ya horadados cuerpos policiacos de la entidad, en Morelos bajo el mando de Graco Ramírez, la policía de Mando Único es ejemplo para todo el país, los esfuerzos de tres años han venido sirviendo y se ha reducido importantemente los principales indicadores de crimen en la entidad, pero entendamos algo, Guerrero no es Morelos y Héctor Astudillo no es Graco Ramírez.
Si vemos fríamente la situación serrana de Guerrero, Héctor Astudillo sabe que sus cuerpos policiacos no pueden entrar sin acompañamiento de la Marina o el Ejército, ya que es zona que los grupos del narcotráfico y crimen organizado dominan ya que sus sembradíos de amapola, se encuentran ahí.
Guerrero necesitará un programa de apoyo como el que tuvo Michoacán con Salvador Jara, antecesor de Silvano Aureoles.
Veamos que viene en los próximos meses.