La agricultura por contrato ya demostró dar buenos resultados; con la sustitución del sulfato “del demonio” por fertilizante orgánico se enriquece la tierra; fue la sequía y no el pulgón amarillo, la causante de los siniestros en los campos de sorgo del oriente y sur de Morelos.
A estas tres conclusiones llegaron este domingo el Gobernador Graco Ramírez y los productores de toda la entidad, reunidos en la sede de la Unión de Asociaciones de Productores de Granos Básicos de la zona oriente de Morelos, ubicada en el ejido de Tetelilla de Jonacatepec.
El mandatario dijo que los productores morelenses no dependan ya de los “coyotes” o intermediarios quienes “pagan como quieren”, y los instó a la adopción de la agricultura por contrato, cuya producción es vendida con un precio previamente pactado el cual se respeta en todo momento.
Antes fijábamos el precio a partir de los productores (de maíz y sorgo) del Bajío, hoy, con la cobertura de riesgos y el contrato de la cosecha podemos garantizar el sostenimiento del precio, a pesar de los siniestros que se puedan presentar, dijo Ramírez Garrido.
Respecto a la entrega de los paquetes tecnológicos, consistentes en productos orgánicos, el jefe del Ejecutivo explicó que la sustitución del sulfato de amonio (fertilizante artificial) por elementos naturales, no sólo fertilizan cultivos y tierra, sino que nutren a ésta.
“El sulfato ‘del demonio’ endurece la tierra; la deja seca, de ahí la importancia de la entrega de estos paquetes tecnológicos. Eso sí, ya no estamos para tantearle, son elementos que requieren aplicarse con las medidas adecuadas para que rindan. Nada de tanteo, en eso consiste la agricultura tecnificada” explicó.
Ante funcionarios estatales y federales del sector agrícola, representantes de uniones de ejidos y asociaciones de productores de maíz y sorgo, el Gobernador reiteró que el pago del seguro de sendos cultivos será por granizada y sequía.
Aclaró: “No fue la plaga del pulgón amarillo lo que provoco los siniestros en el sorgo; el pulgón es la consecuencia de la sequía. Tecnológica y científicamente el argumento es que la sequía causó el daño, con la lluvia se cayó el pulgón”.
Autoridades, representantes de productores y todos juntos –agregó– actuamos con rapidez, por el daño no fue tan severo. “Ahora si hay gobierno al lado de ustedes compañeros; ya no estamos a ver que nos dan las aseguradoras; no los vamos a dejar solos, para que salgan a mano, para que no pierdan”, enfatizó Ramírez Garrido.
Recomendó a los agricultores no morder el anzuelo de aceptar la siembra de maíz transgénico. “Vamos a seguir cultivando los maíces nuestros, los criollos, los naturales propios de Morelos. Los transgénicos son como una droga, una vez que se sembraron, el negocio ya no los suelta, ya no los deja sembrar de otro tipo”.