Las fuerzas armadas y la Policía británica tratan de localizar a un marino de la flota de submarinos del país, quien desapareció luego de filtrar documentos donde se advierten fallas de seguridad en esa rama de las fuerzas armadas.
El marinero de primera clase William McNeilly dio a conocer el domingo un informe de 18 páginas a través de la plataforma cibernética WikiLeaks, donde se hacen numerosos señalamientos acerca de problemas de seguridad en la flota británica.
Según el documento, las armas nucleares cargadas en los viejos submarinos Trident son un desastre en potencia.
La Marina rechazó el informe de McNeilly diciendo que la flota Trident opera bajo “el régimen de seguridad más estricto”.
Dijo estar preocupada por el bienestar de McNeilly y que investigará tanto la difusión no autorizada de los documentos como su contenido.
La cadena pública BBC informó el lunes que el marinero había dicho que se entregaría pronto.
En su documento de denuncia, McNeilly asegura que recurrió a la cadena de mando reglamentaria para plantear sus preocupaciones ante los superiores, pero fue ignorado y entonces decidió hacerlas públicas.
La fuerza de disuasión nuclear británica, herencia de la Guerra Fría, se basa en el sistema Trident de misiles balísticos intercontinentales que pueden lanzarse desde una flota compuesta por cuatro submarinos.
Los Trident II D5, fabricados por el gigante del sector de armamentos estadounidense Lockheed Martin, sustituyeron en 1994 a los viejos Polaris, lanzados también desde sumergibles.
No obstante, algunas unidades de esta flota han estado implicadas en incidentes, entre ellos el que protagonizó el “HMS Tireless” en 2000, cuando provocó una larga polémica entre el Reino Unido y España al permanecer atracado durante un año en la colonia británica de Gibraltar para reparar una avería en su reactor nuclear.