“Ni la violencia ni las piedras nos sacarán de la recesión, sino que nos crearán un mayor problema”, advirtió hoy en el Parlamento el primer ministro griego, Yorgos Papandreu, un día después de que murieran en Atenas tres empleados de banca en un incendio provocado durante la huelga general que vivió el país.
Durante el debate sobre el plan de austeridad de tres años, valorado en 30 mil millones de euros, que es condición para que Grecia pueda ser rescatada por sus socios europeos y por el FMI, Papandreu subrayó la necesidad de aislar a los violentos, aunque no se esté de acuerdo con el gobierno