La confrontación con el narcotráfico, que en diciembre cumple 10 años, no ha dado ningún resultado, señaló el rector de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), Enrique Graue Wiechers.
El funcionario universitario mencionó que es necesario enfrentar la política de drogas con una perspectiva distinta, que permita mejorar la imagen internacional del país, la cual actualmente es de corrupción e inseguridad. “Algo distinto tenemos que hacer y celebro que en este panel empecemos a discutir cómo vamos a hacerle para regularizar distinto, para normar un nuevo México, un México que nos quitemos esa imagen de corrupción, de inseguridad, que nos veamos como un país de vanguardia, porque finalmente esa política que durante estos últimos 10 años hemos llevado no ha dado ningún resultado”, aseveró.
Durante la inauguración del foro “Hacia una Mejor Política de drogas: Lecciones de una Experiencia Práctica”, en la Coordinación de Humanidades, Juan Ramón de la Fuente, ex rector de la UNAM y también presidente del Consejo Directivo de The Aspen Institute, mencionó que no hay una “fórmula mágica” para resolver la regularización de las drogas en el País.
“Este problema es muy complejo y sobre él nadie tiene la solución única o mágica que pudiera resolverlo. La apertura de la Universidad nos permite libremente analizar y discutir las diversas posiciones y perspectivas”, dijo en la presentación del foro.
“Aquí una preocupación que todos compartimos es cómo protegemos a los menores de edad para que no puedan acceder más a la marihuana y a otras drogas”, dijo.
El rector Graue Wiechers aseguró que México ha pasado de ser un país de tránsito de drogas mayores hacia Estados Unidos a uno productor. “Hoy en día la cocaína mexicana es más preciada que la colombiana en Estados Unidos”, afirmó.
Recordó que la confrontación con el narcotráfico ha dejado 150 mil muertos, 28 mil desaparecidos y 1.7 millones de adolescentes adictos o que han probado las drogas.
Insistió en que “el saldo final de esta guerra en la que nos metimos con el narcotráfico no es precisamente el mejor resultado, tiene otros efectos colaterales. Esta guerra nos ha traído inseguridad y ha puesto de manifiesto la corrupción que estaba antes ahí, pero se ha hecho muy manifiesta”, dijo.
Mencionó que en los últimos 10 años ha permeado la fama de México como un país inseguro y se ha desaprovechado la oportunidad de crecimiento que se abrió con la firma del Tratado de Libre Comercio de América del Norte. “Desaprovechamos la oportunidad de ser un país en crecimiento con el Tratado de Libre Comercio y pasamos de haber creado en nuestros socios comerciales de Norteamérica una imagen de un país progresista a convertirnos en una nación insegura”, señaló.
Para que funcione, cada país necesita establecer cuáles son sus metas y qué es lo que espera obtener al legalizar la marihuana: crear y hacer crecer una industria reglamentada o disminuir el consumo y atacar el narcotráfico, explicó Andrew Freedman, director de la Coordinación de Marihuana del estado de Colorado, Estados Unidos.
Razones para legalizar. En el foro que organizó The Aspen Institute, Freedman explicó que es fundamental que cada país prevea cuáles son las razones por las cuales legalizaría la sustancia.
“Puedes legalizar, puedes despenalizar para los usuarios y no para los distribuidores, o bien autorizarla para distribuidores y usuarios, pero no para productores. Los objetivos para la legalización te tienen que guiar: si quieres crecimiento económico estás hablando de un sistema basado en el mercado o más controlado para moderar el consumo”, dijo.
Como encargado de implementar la regulación de la marihuana en el estado de Colorado, donde su consumo recreativo y para usos medicinales es legal, Andrew Freedman explicó que es fundamental que se proyecte un sistema de prevención de adicciones y consumo de drogas para evitar que adolescentes y niños tengan acercamiento a la marihuana, o que narcotraficantes aprovechen la medida para producir y distribuirla.
El modelo de Colorado, explicó, está basado en las necesidades del mercado, en la oferta y la demanda, puesto que quien tiene dinero y cumple con los requisitos puede abrir una tienda. Para los críticos este modelo aumenta la comercialización.
Otro está basado en el control del gobierno, que regula la venta y su objetivo es que no se incremente el consumo, pero no le interesa el crecimiento económico a partir de este mercado. O un modelo de regulación mixta, como el del estado de Washington, que sólo permite un determinado número de tiendas.
Aseguró que es necesario que ante la regulación se establezcan reglas claras; por ejemplo: no permitir el cultivo en casa o, de hacerlo, limitar el número de plantas que se pueden cultivar legalmente para evitar que la producción se salga de control y pueda intervenir el crimen organizado, como comenzó a ocurrir en Colorado.
Mencionó que el uso de la planta no ha incrementado sustancialmente desde la legalización y que hoy es tan accesible como era antes, con la diferencia de que ahora es más segura. Señaló que si bien el consumo en Colorado es más alto que en el resto del país, no ha habido variaciones significativas en las tasas de consumo entre adultos en los últimos años: en 2014, 13.6% de adultos usaban marihuana; en 2015, la cifra llegó a 13.4%.
Alejandro Madrazo Lajous, investigador del CIDE, señaló que uno de los grandes problemas para construir un modelo regulatorio funcional es la posibilidad de que las empresas interesadas pudieran realizar cabildeos con los legisladores para conseguir regulaciones a modo.
Bajo esta consideración, para México el modelo ideal sería que el Estado mexicano monopolizara el mayoreo: toda la producción la adquiere y después la vende a distribuidores pequeños; de esta manera se integra a la economía legal a productores y menudistas y se saca de la ecuación a los intermediarios-narcotraficantes.
Luis Astorga Almanza, del Instituto de Investigaciones Sociales de la UNAM, cuestionó cómo lograr la regulación en México donde las instituciones son “sumamente débiles”, cuyas organizaciones criminales son muy fuertes y cuyo principal mercado es la cocaína. Las ventajas de la regulación serían evitar que una gran cantidad de gente fuera encarcelada por posesión simple o consumo de marihuana.
María Elena Álvarez-Buylla, del Instituto de Ecología de la UNAM, recordó que la empresa Monsanto creó, en 2015, la primera variedad de marihuana genéticamente modificada para hacerla más potente o resistente a algunos herbicidas.
La abogada general de la UNAM, Mónica González Contró, mencionó que los derechos de los niñas y adolescentes han estado ausentes del debate sobre las políticas de drogas.
Considera que se les identifica como un grupo al que hay que proteger del consumo, cuando las implicaciones de la política en la materia van mucho más allá de que puedan consumir o no una droga.