Autoridades reconocen crisis en la entidad y hasta el gobernador apoya a grupos de autodefensa para que los pobladores se protejan de secuestros y asesinatos la producción y trasiego de drogas. En respuesta, dos comunidades crearon sus propios grupos de autodefensa.
El pasado fin de semana, en promedio cada dos horas una persona fue asesinada. En total, 26 civiles y dos elementos de la Marina perdieron la vida. Pero los ataques iniciaron, por lo menos, hace dos meses. El nivel de violencia se ha incrementado y las autoridades reconocieron que la entidad atraviesa por una crisis, por lo que anunciaron que reforzarían la seguridad en cinco municipios que integran el corredor centro de Guerrero, donde predominan los cultivos de amapola y mariguana, y los laboratorios para procesar drogas.
El fiscal general de la entidad, Xavier Olea Peláez, relacionó la escalada violenta con la captura de integrantes de organizaciones como Los Rojos o Los Ardillos, aunque no han sometido a los principales liderazgos de esos y otros grupos.
Pese al reforzamiento de la seguridad con Bases de Operación Mixta, patrullajes y operativos, los jefes de organizaciones como El Tequilero, Los Rojos, Los Ardillos, La Familia o el Cártel del Sur, aún operan y se mueven entre Guerrero, Michoacán y el Estado de México.
El martes pasado, el gobernador Héctor Astudillo Flores se pronunció a favor de las comunidades que tomaron las armas en San Jerónimo El Grande, municipio de Ajuchitlán del Progreso, y Xaltianguis, en Acapulco, en respuesta al acoso y a plagios masivos.
“Hay que hacer todo para detenerlos, porque ya los excesos que han cometido secuestrando colectivamente a mucha gente me parece que ya no se les puede seguir permitiendo, yo creo que hay que hacer un operativo muy fuerte (…) yo creo que la expresión de levantarse en una protesta generalizada del pueblo es comprensible, soy solidario, y yo haré lo que me corresponde”, señaló el mandatario.
Con base en información de inteligencia, los personajes que mantienen en jaque la seguridad en Guerrero son: Zenen Nava Sánchez El Chaparro, líder de Los Rojos, encargado de coordinar la distribución de cocaína en Chilapa, región de la Montaña Media, y otros municipios guerrerenses. Junto con Santiago Mazarí El Carrete, mantiene una pugna contra Los Ardillos.
Celso Jiménez Ortega alias La Veladora, líder de Los Ardillos, con presencia en Quechultenango y Tixtla, principalmente.
En mayo de 2015 lideró la irrupción en Chilapa, donde al menos una decena de pobladores fueron secuestrados.
Raybel Jacobo de Almonte, líder de El Tequilero o Los Tequileros y sus integrantes, surgieron como sicarios de la Familia Michoacana. Actualmente mantienen operaciones en la zona conocida como Tierra Caliente, principalmente en San Miguel Totolapan, Arcelia, Ciudad Altamirano y la zona limite con Michoacán.
Johnny Hurtado Olascoaga El Pez o El Pescado, como jefe de la Familia Michoacana, tenía el mando del grupo de sicarios que dieron lugar a El Tequilero.
Junto con su hermano José Alfredo El Fresa mantienen operaciones como una organización autónoma en municipios de Michoacán, Guerrero y el Estado de México, cuya base operaciones se ubica en Arcelia, región de Tierra Caliente.
Nuevos grupos.
La organización de El Tequilero surgió como apoyo sicario de La Familia Michoacana.