El gobernador de Guerrero, Héctor Astudillo Flores, dijo que el alto índice de violencia en la zona serrana del Estado se deriva de disputas entre grupos de la delincuencia organiada ligados al narcotrafico.
En los últimos meses ha habido una confrontación entre grupos del narcotrafico en la sierra en donde se han ido atacando entre ellos. No ha sido posible colocar una patrulla en cada esquina de los pueblos. “Ha habido una permanente ruta de pleito entre estos dos grupo, se acusan de pertenecer a la delincuencia organizada”, dijo.
Dijo que, incluso, elementos del Ejército han sido amenazados por parte de estos grupos del narcotrafico quienes no los dejan permanecer ahí, sobre todo en el caso de Polixtepec, donde la noche del domingo un comando armado atacó a balazos y lanzó una grada a una vivienda.
Hace una semana en Polixtepec el Ejército desarmó a algunos civiles; los uniformados llevaba las armas a Chilpancingo pero fueron interceptados por los pobladores y se las quitaron; a consecuencia de esto, los elementos decidieron separarse de la zona y ahora la Policía del Estado tendrá que responsabilizarse
El gobernador de Guerrero dijo que insistirá en que la Marina participe para apoyar al poblado de Polixtepec.
Respecto a los recientes hechos en Chilapa, donde 3 mujeres y un hombre fueron asesinados cuando viajaban a bordo de una combi de transporte público, Astudillo dijo que aunque es un poblado muy pequeño, sin que esto subestime los hechos; es uno de los lugares en donde hay influencia del narcotrafico, ligada a la siembra de mariguana y amapola.
Por otro lado, mencionó que la Policía Federal tendrá presencia durante la aplicación de la evaluación docente, que se realizará del 3 al 5 de diciembre y agregó que se han realizado operativos en las escuelas, que poco a poco han ido reabriendo sus puertas.
En Tixtla, luego de que normalistas de Ayotzinapa quemaran las urnas en los comicios pasados, se acordó con ellos para que las próximas elecciones extraordinarias se realicen con respeto y paz.
Astudillo Flores, quien lleva 29 días en el cargo, dijo que contrario a la violencia que se vive en zonas del Estado, el puerto de Acapulco sigue funcionando normalmente y en calma.