Un numeroso grupo de normalistas de Ayotzinapa llegó la mañana de ayer al Congreso del estado y vandalizaron las instalaciones para protestar contra la investigación que realiza el gobierno federal sobre la desaparición de los 43 normalistas en Iguala, el 26 de septiembre del 2014, pues aseguraron que sólo se utiliza como cortina de humo para tapar el mal manejo de la pandemia.
El grupo de jóvenes, aproximadamente 300, llegó a las 11 de la mañana a bordo de siete autobuses de los que tienen retenidos e ingresaron a las instalaciones del recinto legislativo.
Le prendieron fuego a la caseta de vigilancia que está en la entrada, rociándola de gasolina y se metieron al estacionamiento, desde donde quisieron romper el material de las ventanas de las oficinas y no pudieron, pues se trata de vidrios blindados.
Esta situación frustró a los normalistas, ya que, a pesar de usar objetos contundentes contra las ventanas, no pudieron romperlas y en su desesperación sacaron colchones de los autobuses y colocaron tres de ellos en la entrada principal de la entrada a las oficinas, los regaron de gasolina y por no traer cerillos o un encendedor tuvieron que aventar una bomba molotov para prender los colchones que habían colocado.
Posteriormente pusieron colchones y colchonetas en las ventanas, rociados de gasolina y les prendieron fuego. También lanzaron petardos en contra de las oficinas y lograron que algunas que están en la orilla del edificio se incendiaran. La mayoría de los jóvenes llevaban mochilas con bombas molotov en su interior.
Después de esto, los normalistas se subieron a sus autobuses y se retiraron del lugar, personal de seguridad y bomberos llegaron a sofocar el fuego.
Tras el balance de lo sucedido se reportó que sólo algunas oficinas de los legisladores guerrerenses registraron daños.
Al momento del ataque no había diputados en el interior del edificio y solamente se encontraba el personal de seguridad del Congreso de Guerrero.