El disidente cubano Guillermo Fariñas, que estuvo en huelga de hambre y sed más de cuatro meses para pedir la libertad de los presos políticos enfermos, dijo hoy a Efe que varios opositores cuya próxima excarcelación se anunció lo llamaron para agradecerle la protesta en favor de su causa.
“hablé con los 18 que están por salir del Combinado del Este, y en la medida que van llegando ellos me van llamando”, indicó Fariñas a Efe en conversación telefónica desde el hospital de la ciudad de anta Clara (270 kilómetros al este de La Habana), donde aún permanece internado.
Las autoridades cubanas están agrupando en la prisión Combinado del Este de La Habana a los presos que han aceptado viajar a España y que suman veinte, de acuerdo con una nota de prensa divulgada este lunes por la Iglesia católica.
El Gobierno de Raúl Castro se ha comprometido a liberar gradualmente en un plazo máximo de cuatro meses a 52 presos políticos, en el marco del diálogo que ha abierto con la jerarquía católica de la isla, un proceso apoyado por España, que recibirá a todos los disidentes de este grupo que deseen viajar a ese país.
Fariñas dijo que muchos de los presos políticos de este programa de excarcelaciones le han planteado que “gracias a la posición mía ellos estarán en libertad nuevamente”, pero les digo que si (ellos) no se hubieran mantenido en esa actitud digna, yo no hubiera tenido la moral para hacer lo que hice”, recalcó.
El periodista independiente y psicólogo de 48 años dejó el pasado 8 de julio la protesta que había comenzado, tras la muerte del preso político Orlando Zapata en febrero último, para exigir la libertad de los opositores encarcelados enfermos.
“Pienso que todo ciudadano cubano tiene derecho a salir del país y entrar en él, como establece la Declaración de Derechos Humanos de las Naciones Unidas. Cada persona tiene ese derecho y hay que respetarlo, y que todos (estos presos) tienen el espíritu de continuar haciendo oposición en el exilio”, añadió.
Según Fariñas, “esto es una ventana abierta de la gran casa que es la nación cubana, pero todavía quedan 115 (presos políticos) y deben ser liberados todos”.
De su actual estado de salud explicó que los médicos que le atienden han tenido que suspender el tratamiento contra el trombo que le apareció en la vena yugular y le aplican ahora antibióticos para disolver un hematoma que tiene en la (vena) femoral derecha de una pierna.
Además, al agua, zumos de frutas y gelatina que desde hace varios días ya está ingiriendo por vía oral, hoy se ha sumado un caldo de pollo, que en principio ha asimilado “bien”.
Sin embargo, no está previsto que pueda salir del hospital hasta finales de mes, en función de su evolución.
Cuando llegue el momento de regresar a su casa dijo que planea “volver al periodismo digital, escribir artículos, terminar algunos libros” y esperar hasta el 7 de noviembre próximo, el plazo dado por el Gobierno cubano para concluir las liberaciones.
“Entonces valoraremos nuevamente lo que vamos a hacer”, manifestó Fariñas