Hay algo en el ambiente interno del PAN que simplemente muestra que hay algo muy podrido en la gestión de Gustavo Madero como líder de dicho partido político y ya va siendo hora de que se vaya de su cargo.
Gustavo Madero quiere quitar a Ernesto Cordero como coordinador de la bancada en el senado, algo que recuerda a como él fue impuesto por el presidente Felipe Calderón cuando quitaron de la coordinación del senado a Santiago Creel Miranda cuando anuncio que deseaba ser el candidato presidencial del PAN y se le estaba saliendo del huacal a Cesar Nava que era un timorato al servicio del presidente en turno.
Ahora, como parte de las secuelas de una serie de divergencias que han surgido de la pésima administración de Gustavo Madero en el Partido Acción Nacional (PAN), la participación del PAN en el Pacto por México, parece que tiene a Gustavo Madero al servicio del PRI y del presidente Enrique Peña Nieto lo que ha provocado que varios panistas quieran revelarse a su “líder” Gustavo Madero, pero en lugar de eso, es el propio Gustavo Madero quien prefiere patear la mesa y en el más puro estilo del PRI convocó a una reunión de su grupo en el Senado para revisar la actuación del coordinador parlamentario, Ernesto Cordero y darle un golpe de estado al PAN en el Senado de la República.
Ha mostrado su más baja cara, calidad moral y demás Gustavo Madero; lo que sigue es que los panistas lo quiten de la dirigencia nacional o paguen las consecuencias del servilismo de Gustavo Madero, alguien cuyos pantalones y carácter dejo de existir hace más de un par de años.