Henrique Capriles aceptó el domingo la candidatura presidencial de la oposición para los comicios anticipados del 14 de abril en Venezuela, con lo cual quedó listo el escenario para que se enfrente con el candidato oficialista y actual presidente encargado, Nicolás Maduro.
“Yo le quiero decir hoy a nuestro pueblo desde aquí adentro, aferrado a Dios… yo voy a luchar con ustedes, con todos ustedes”, dijo Capriles en un mensaje dirigido al aceptar su candidatura con la mano sobre el pecho.
“Nicolás Maduro, yo no te voy a dejar el camino libre, compañero”, dijo. “Vas a tener que derrotarme con votos y voy a pelear con estas manos”.
Capriles arremetió contra el gobierno por considerar que usó la muerte del presidente Hugo Chávez para promover la candidatura del hoy presidente encargado. “Ustedes utilizan el cuerpo del presidente para hacer campaña política”, dijo.
También criticó al ministro de la Defensa por haber apoyado públicamente a Nicolás Maduro, a pesar de que la Constitución prohíbe a las fuerzas armadas asumir posiciones políticas.
Tras el anuncio, afuera de su oficina estallaron cohetes y hubo gente que hizo sonar la bocina de sus vehículos.
Henrique Capriles aseveró que alguien le dijo que el oficialismo buscaba llevarlo “a un matadero”, aunque después de reflexionar y consultar decidió aceptar la candidatura de la oposición.
Detalló que el lunes por la tarde registrará su candidatura ante las autoridades electorales y afirmó que no busca dividir al país, sino unirlo.
A los oficialistas les dijo: “Yo lo que puedo ofrecerles es una patria unida”. Y les pidió darse cuenta que “Nicolás no es Chávez, no lo es y ustedes lo saben”.
El opositor incluso se preguntó si Chávez realmente murió el 5 de marzo, como anunció el mismo Maduro.
El oficialismo no tardó en responder a través de Diosdado Cabello, presidente de la Asamblea Nacional.
“Henrique Capriles te metiste con Chávez y con el profundo amor que siente el pueblo por el Comandante de la Patria, hiciste una declaración de guerra”, escribió en su cuenta de Twitter el líder del Congreso, uno de los más cercanos colaboradores de Chávez desde los tiempos en que era un teniente del ejército, ayudante del entonces teniente coronel.
El Consejo Nacional Electoral convocó a comicios presidenciales para el 14 de abril, con una campaña proselitista previa de sólo 10 días, para elegir al sucesor de Chávez.
Maduro, que inscribirá su candidatura el lunes, dijo el domingo que él no pretende compararse con Chávez, sino sólo cumplir sus órdenes.
Henrique Capriles, actual gobernador del estado central de Miranda, fue candidato en las elecciones presidenciales del 7 de octubre, en las que triunfó el presidente Hugo Chávez, quien ya padecía de cáncer desde el 2011.
Chávez se impuso con más de ocho millones de votos, mientras que Henrique Capriles consiguió poco más de seis millones, aunque nunca antes un contrincante del mandatario venezolano llegó a acercársele tanto.
El partido comunista respaldó la candidatura de Nicolás Maduro, que la aceptó, y dijo que cuando registre su candidatura presentará el mismo plan de campaña de Chávez para continuar con su legado.
Luego de varios días de mencionar en cada discurso a Chávez, el presidente encargado, de 50 años, señaló que él no busca ocupar el lugar del dirigente fallecido, sino cumplir sus órdenes cuando en diciembre, antes de partir a La Habana, pidió a los venezolanos apoyarlo en caso de que algo le pasara a él.
“Yo no soy Chávez, hablando estrictamente de la inteligencia, del carisma, de la fuerza histórica, de la capacidad de conducción, del mando, de la grandeza de nuestro comandante Chávez”, dijo Maduro en un acto en el pareció un arranque de campaña al pedir el apoyo rumbo a las próximas elecciones y prometer que pondrá especial atención en algunos de los temas que más aquejan a los venezolanos, como la delincuencia y la corrupción.
“Una cosa es que soy chavista… y otra cosa es que alguien pueda aspirar que Nicolás Maduro sea Hugo Chávez”, comentó. “No, yo soy chavista, soy hijo de Chávez, así lo siento”, añadió durante un discurso de más de una hora en el consejo del partido comunista.
Henrique Capriles es nieto de un judío polaco que emigró a Venezuela para escapar de la persecución nazi durante la Segunda Guerra Mundial y, ya en el país, fundó una compañía de alimentos que se llegó a convertir en la subsidiaria local de la empresa estadounidense Nabisco Inc.
El también gobernador del estado de Miranda entró a la política cuando ganó un asiento en el Congreso a los 25 años en los comicios parlamentarios de 1998. Ganó reconocimiento como un administrador eficaz como alcalde del distrito de Baruta de Caracas en el 2000.
A Henrique Capriles, que es abogado, le gusta compararse con el ex presidente de Brasil Luiz Inácio Lula da Silva como promotor de la igualdad empresarial y los programas antipobreza. En su primer periodo como gobernador de Miranda, retomó el programa “Hambre Cero”.
Sus críticos en la izquierda venezolana lo acusan de ser un derechista vestido de progresista.
Del otro lado, Maduro sólo llegó hasta el bachillerato y forjó su carrera política como dirigente sindical del metro, lo cual para algunos críticos es una deficiencia en su formación.
Dentro del movimiento oficialista, Nicolás Maduro comenzó como constituyente en 1999 y un año después como diputado hasta escalar a la presidencia de la Asamblea Nacional en 2005.
En 2006 pasó a dirigir el Ministerio de Relaciones Exteriores por seis años, convirtiéndose en el canciller que más permaneció en el cargo durante los casi 14 años de mandato de Chávez.
A fines del 2012, Chávez lo designó vicepresidente, cargo que ocupó hasta la semana pasada.
El político “Yo le quiero decir hoy a nuestro pueblo desde aquí adentro, aferrado a Dios… yo voy a luchar con ustedes, con todos ustedes”, dijo Capriles en un mensaje dirigido al aceptar su candidatura con la mano sobre el pecho.
“Nicolás Maduro, yo no te voy a dejar el camino libre, compañero”, dijo. “Vas a tener que derrotarme con votos y voy a pelear con estas manos”.
Capriles arremetió contra el gobierno por considerar que usó la muerte del presidente Hugo Chávez para promover la candidatura del hoy presidente encargado. “Ustedes utilizan el cuerpo del presidente para hacer campaña política”, dijo.
También criticó al ministro de la Defensa por haber apoyado públicamente a Nicolás Maduro, a pesar de que la Constitución prohíbe a las fuerzas armadas asumir posiciones políticas.
Tras el anuncio, afuera de su oficina estallaron cohetes y hubo gente que hizo sonar la bocina de sus vehículos.
Henrique Capriles aseveró que alguien le dijo que el oficialismo buscaba llevarlo “a un matadero”, aunque después de reflexionar y consultar decidió aceptar la candidatura de la oposición.
Detalló que el lunes por la tarde registrará su candidatura ante las autoridades electorales y afirmó que no busca dividir al país, sino unirlo.
A los oficialistas les dijo: “Yo lo que puedo ofrecerles es una patria unida”. Y les pidió darse cuenta que “Nicolás no es Chávez, no lo es y ustedes lo saben”.
El opositor incluso se preguntó si Chávez realmente murió el 5 de marzo, como anunció el mismo Maduro.
El oficialismo no tardó en responder a través de Diosdado Cabello, presidente de la Asamblea Nacional.
“Henrique Capriles te metiste con Chávez y con el profundo amor que siente el pueblo por el Comandante de la Patria, hiciste una declaración de guerra”, escribió en su cuenta de Twitter el líder del Congreso, uno de los más cercanos colaboradores de Chávez desde los tiempos en que era un teniente del ejército, ayudante del entonces teniente coronel.
El Consejo Nacional Electoral convocó a comicios presidenciales para el 14 de abril, con una campaña proselitista previa de sólo 10 días, para elegir al sucesor de Chávez.
Maduro, que inscribirá su candidatura el lunes, dijo el domingo que él no pretende compararse con Chávez, sino sólo cumplir sus órdenes.
Henrique Capriles, actual gobernador del estado central de Miranda, fue candidato en las elecciones presidenciales del 7 de octubre, en las que triunfó el presidente Hugo Chávez, quien ya padecía de cáncer desde el 2011.
Chávez se impuso con más de ocho millones de votos, mientras que Henrique Capriles consiguió poco más de seis millones, aunque nunca antes un contrincante del mandatario venezolano llegó a acercársele tanto.
El partido comunista respaldó la candidatura de Nicolás Maduro, que la aceptó, y dijo que cuando registre su candidatura presentará el mismo plan de campaña de Chávez para continuar con su legado.
Luego de varios días de mencionar en cada discurso a Chávez, el presidente encargado, de 50 años, señaló que él no busca ocupar el lugar del dirigente fallecido, sino cumplir sus órdenes cuando en diciembre, antes de partir a La Habana, pidió a los venezolanos apoyarlo en caso de que algo le pasara a él.
“Yo no soy Chávez, hablando estrictamente de la inteligencia, del carisma, de la fuerza histórica, de la capacidad de conducción, del mando, de la grandeza de nuestro comandante Chávez”, dijo Maduro en un acto en el pareció un arranque de campaña al pedir el apoyo rumbo a las próximas elecciones y prometer que pondrá especial atención en algunos de los temas que más aquejan a los venezolanos, como la delincuencia y la corrupción.
“Una cosa es que soy chavista… y otra cosa es que alguien pueda aspirar que Nicolás Maduro sea Hugo Chávez”, comentó. “No, yo soy chavista, soy hijo de Chávez, así lo siento”, añadió durante un discurso de más de una hora en el consejo del partido comunista.
Henrique Capriles es nieto de un judío polaco que emigró a Venezuela para escapar de la persecución nazi durante la Segunda Guerra Mundial y, ya en el país, fundó una compañía de alimentos que se llegó a convertir en la subsidiaria local de la empresa estadounidense Nabisco Inc.
El también gobernador del estado de Miranda entró a la política cuando ganó un asiento en el Congreso a los 25 años en los comicios parlamentarios de 1998. Ganó reconocimiento como un administrador eficaz como alcalde del distrito de Baruta de Caracas en el 2000.
A Henrique Capriles, que es abogado, le gusta compararse con el ex presidente de Brasil Luiz Inácio Lula da Silva como promotor de la igualdad empresarial y los programas antipobreza. En su primer periodo como gobernador de Miranda, retomó el programa “Hambre Cero”.
Sus críticos en la izquierda venezolana lo acusan de ser un derechista vestido de progresista.
Del otro lado, Maduro sólo llegó hasta el bachillerato y forjó su carrera política como dirigente sindical del metro, lo cual para algunos críticos es una deficiencia en su formación.
Dentro del movimiento oficialista, Nicolás Maduro comenzó como constituyente en 1999 y un año después como diputado hasta escalar a la presidencia de la Asamblea Nacional en 2005.
En 2006 pasó a dirigir el Ministerio de Relaciones Exteriores por seis años, convirtiéndose en el canciller que más permaneció en el cargo durante los casi 14 años de mandato de Chávez.
A fines del 2012, Chávez lo designó vicepresidente, cargo que ocupó hasta la semana pasada.