Las elecciones presidenciales venezolanas son el próximo domingo y son, por lo que parece, una suerte de segunda vuelta de las celebradas el pasado 7 de octubre solo que con dos notables diferencias.
La primera es la ausencia física del presidente Hugo Chávez, quien falleciera hace unas semanas y su cuerpo ha sido tan manoseado que cualquier cosa pudiera pensarse menso la de que el comandante está descansando.
La segunda es que Henrique Capriles cambia de estrategia y ahora se le ve mucho más agresivo en esta ocasión.
¿Quiere Henrique Capriles ser presidente?
Por fin parece que se decide y busca en la calle a brazo partido, cada voto, como si con la muerte de Hugo Chávez se hubiera ido también algún tipo de conjuro que tenía a Henrique Capriles cabizbajo y meditabundo cada vez que llamaba al voto para sí.
Henrique Capriles sabe perfectamente que si en esta ocasión no vence al chofer de autobús miope y advenedizo político, Nicolás Maduro, nunca llegara a la presidencia y debe desistir para que otro valor venezolano lo intente.