Hillary Clinton arrasó en las elecciones primarias de South Carolina. Hillary Clinton consiguió el sábado una victoria abrumadora sobre Bernie Sanders en las elecciones primarias de South Carolina, obteniendo un apoyo arrollador de los demócratas negros del estado, lo cual la coloca en una posición fuerte al acercarse las cruciales elecciones del Súper Martes.
El claro triunfo de Clinton -tenía una ventaja de cerca de 50 puntos con aproximadamente tres cuartas partes de los sufragios contados- le proporciona un impulso importante a su campaña y un momento para sacudirse recuerdos amargos de su derrota ante Barack Obama en South Carolina hace ocho años.
Ella obtuvo el apoyo de casi nueve de 10 votantes negros, un crucial electorado demócrata que le dio la espalda en favor de Obama en 2008.
Durante una ruidosa fiesta de victoria, Clinton brevemente se regodeó del abrumador apoyo de los votantes de South Carolina, abrazando a sus partidarios y posando con ellos en selfies. Pero luego rápidamente se enfocó en las próximas elecciones.
“Mañana esta campaña se extiende a nivel nacional”, indicó. “No estamos dando nada, ni estamos dando a nadie, por sentado”.
Sanders, que anticipaba una derrota el sábado, salió de South Carolina incluso antes de que terminara la votación y giró su atención a algunos de los estados ricos en delegados donde se votará el martes próximo.
“En la política, en una noche cualquiera, a veces se gana y a veces se pierde”, manifestó Sanders a su llegada a Minnesota. “Esta noche perdimos”.
La victoria de Clinton ocurrió al final de un día que vio a los precandidatos presidenciales republicanos disparándose insultos desde estados donde se realizarán votaciones el Súper Martes, el 1 de marzo. Donald Trump, que trabaja para construir una ventaja insuperable, hizo campaña en Arkansas acompañado de su exadversario en la contienda Chris Christie y calificó a Marco Rubio como “muy poquita cosa”; Ted Cruz preguntó a los padres en Atlanta si estarían conformes con que sus hijos usen lenguaje soez como lo hace el impetuoso multimillonario, y Rubio se burló de Trump calificándolo de “timador” con “el peor bronceado de aerosol en Estados Unidos”.
Los aliados de Clinton rápidamente publicitaron la amplitud de su victoria. Además de los electores negros, la exsecretaria de Estado obtuvo el voto de las mujeres y el de los electores de 25 años o más, según encuestas realizadas en las casillas.
Sanders siguió teniendo un buen resultado con los electores jóvenes, sus partidarios más apasionados. También atrajo a quienes se identifican a sí mismos como independientes. Todos los electores registrados podían votar en las primarias demócratas o en las republicanas, pero no en ambas.
Sanders, quien se describe como demócrata socialista, ha revitalizado a sus partidarios con su apasionado llamado a disolver los bancos de Wall Street y hacer que las colegiaturas de universidades y de colegios públicos sean gratuitas. Pero el senador federal de Vermont, un estado donde aproximadamente 1% de la población es negra, carece de los vínculos profundos de Clinton con la comunidad afro-estadounidense.
Aun así, invirtió mucho en South Carolina, donde contó con 200 elementos asalariados de su campaña y una agresiva campaña de anuncios por televisión.
Encuestas a boca de urna mostraron que seis de cada 10 votantes en South Carolina fueron de raza negra, por mucho la proporción más grande en alguna de las contiendas registradas hasta ahora. Aproximadamente siete de cada 10 dijeron que querían que el próximo presidente continúe las políticas de Obama, y sólo alrededor de 20% quería un curso de acción más liberal, según los sondeos realizados por Edison Research para The Associated Press y cadenas de televisión.
La clara victoria de Clinton deja entrever que los votantes de South Carolina han hecho a un lado cualquier tensión persistente de su acalorada contienda con Obama de 2008. El expresidente Bill Clinton hizo declaraciones durante esa campaña que fueron consideradas por algunos, entre ellos James Clyburn, un influyente representante de South Carolina, como comentarios que cuestionaban la legitimidad del contendiente presidencial afroestadounidense.
En esta ocasión, Clyburn respaldó a Clinton, y su esposo fue bien recibido mientras recorría el estado en nombre de la exsecretaria de Estado. Ella se enfocó en temas de particular resonancia en la comunidad negra y tuvo un emotivo encuentro con madres negras cuyos hijos murieron en tiroteos.
El segundo intento de Clinton por llegar a la Casa Blanca se tambaleó ante un inicio desigual, con una apretada victoria sobre Sanders en Iowa y una aplastante derrota frente al senador en New Hampshire. Luego ella rescató un triunfo de cinco puntos ante Sanders en las asambleas de la semana pasada en Nevada, una victoria crucial que le ayudó a frenar el impulso de Sanders.