En tan sólo dos años, de 2006 a 2008, murieron por homicidio dos mil 305 menores de entre cero y 17 años, de acuerdo con estadísticas oficiales.
En la última década, las entidades castigadas por la violencia del crimen organizado son las que han reportado las tasas más altas de mortalidad por homicidio en adolescentes: Chihuahua, Tamaulipas, Durango, Michoacán, Sinaloa,Baja California, y Guerrero, según el reporte anual La infancia cuenta en México 2010, presentado ayer por la Red por los Derechos de la Infancia.
En sólo 12 meses, la tasa de decesos por asesinato en jóvenes de entre 15 a 17 años creció 50%: en 2007 ascendió a 339 muertos, mientras que en el año siguiente se contabilizaron 507.
Cada vez más adolescentes mexicanos son víctimas del homicidio en el país, alertó la Red por los Derechos de la Infancia, (Redim). En tan sólo un año, la tasa de mortalidad en jóvenes de 15 a 17 años por esta causa, creció 50 por ciento en el país; pero en Chihuahua, el asesinato de adolescentes se disparó 374 por ciento de 2007 a 2008.
Aquellas entidades castigadas por el crimen organizado son las que precisamente han reportado, durante los últimos diez años, las tasas más altas de mortalidad por homicidio en adolescentes: Chihuahua, Tamaulipas, Durango, Michoacán, Sinaloa, Tamaulipas, Baja California, y Guerrero, según el reporte anual, La infancia cuenta en México 2010, presentado ayer por la Redim.
La mitad de los estados, donde han muerto más jóvenes asesinados, pertenecen a la frontera norte. “Están entre los peor calificados en (…) la tasa de homicidio y el porcentaje de menores de edad puestos a disposición en instituciones de función jurisdiccional”, dijo el informe.
En Chihuahua, por ejemplo, sucedió el 50 por ciento de los homicidios de adolescentes de la región noroeste y es el estado con la tasa de homicidios más alta del país, en menores de 18 años.
La violencia en adolescentes se ha agudizado en el nuevo milenio, según los indicadores oficiales de tasas de homicidio de 2000 a 2008. Mientras hace diez años, en Chihuahua, asesinaban a 39 jóvenes de entre 15 y 17 años, para 2008 ya sumaban 86. Lo mismo sucedió en Baja California de ocho muertes pasaron a 41. En Durango de uno a 14.
De 2006 a 2008, han muerto por homicidio dos mil 305 niños de 0 a 17 años en México, de acuerdo con cifras de la Secretaría de Salud.
“Cifras que sin duda pueden incrementarse por la cantidad de hechos trágicos de los últimos meses, donde se han perpetrado asesinatos colectivos”, señaló el informe. Y es que los datos arrojados en La infancia Cuenta en México son de hace dos años (los más recientes), cuando las masacres apenas comenzaban y faltan contar 2009 y 2010, los periodos más violentos del sexenio.
De enero a la fecha han ocurrido más de 12 masacres; siete en Chihuahua y cinco en el mes de octubre. Involucrados, en su mayoría, jóvenes.
Bastan 365 días para que las cifras puedan modificarse por completo y escandalizar a cualquiera. Por ejemplo, en 2007 se enterraban a 339 jóvenes de 15 a 17 años por homicidio, en 2008, ya se habían asesinado a 507. Cincuenta por ciento más.
El gobierno ha abandonado la posibilidad de crear una expectativa digna para la juventud, prefieren “vivir vidas cortas, pero intensas”, dijo en corto, Luis González Placencia, presidente de la Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal, luego de la presentación del informe.
Chihuahua es el más claro ejemplo, el alza de homicidios viene acompañada con el incremento de deserción escolar, aumento de embarazos a temprana edad, más niños puestos a disposición de las autoridades y mayor número de matrimonios entre adolescentes.
En tres años creció 58 por ciento la tasa de embarazos en niñas de 15 a 17 años en Chihuahua. Se ubica entre las cinco entidades con menor absorción en secundaria, en cuatro años perdió 21 peldaños en esta materia. 30 por ciento de la población de 16 años tiene la secundaria inconclusa. Está entre los cuatro estados que más tuvieron menores puestos a disposición de las autoridades.
La entidad también tiene el tercer lugar en el país en matrimonios entre adolescentes de 15 a 17 años.