El combate al narcotráfico y la gripe porcina, junto con la crisis en Honduras, dominaron este lunes la cumbre de Estados Unidos, México y Canadá, y el estadounidense Barack Obama insistió en que el depuesto presidente hondureño Manuel Zelaya “debe regresar al poder”.
“Creemos que el presidente Zelaya fue retirado ilegalmente de su puesto, que hubo un golpe de estado y que debe regresar” al poder del que fue desalojado el 28 de junio pasado, dijo Obama en rueda de prensa conjunta con los líderes Felipe Calderón (México) y Stephen Harper (Canadá), al término de la cumbre que sesionó desde el domingo en la ciudad mexicana de Guadalajara (oeste). La situación en Honduras se transformó en uno de los temas medulares que los tres gobernantes abordaron este lunes durante sus dos sesiones de trabajo, junto a la violencia del narcotráfico –en particular en la frontera de México con Estados Unidos– la pandemia de gripe porcina y la migración.
Interrogado Obama sobre las afirmaciones de que Estados Unidos no ha hecho todo lo que puede en el caso de Honduras, afirmó que esas declaraciones provienen de “los mismos críticos que dicen que siempre estamos interviniendo y que los yanquis deben salir de América Latina”.
“Si estos críticos piensan que deberíamos repentinamente actuar de una manera que en cualquier otro contexto les pareció mal, eso indica que quizá hay cierta hipocresía en su enfoque de las relaciones entre Estados Unidos y América Latina, y que ciertamente no va a guiar mi política”, subrayó Obama.
“Trabajaremos con la OEA (Organización de Estados Americanos) para encontrar una solución pacífica” en Honduras, añadió el mandatario estadounidense, al señalar una posición común con sus colegas de México y Canadá. Zelaya ha acusado a Estados Unidos de actuar con “tibieza” hacia el gobierno de facto hondureño y denunció que al ser “la potencia más grande del mundo” podría “revertir este golpe en corto tiempo”.
En el encuentro entre los líderes de los países que integran desde 1994 el Tratado de Libre Comercio para América del Norte (TLCAN) se acordó además “combatir al crimen organizado transnacional”, aseguró Calderón al leer un comunicado conjunto al concluir la reunión. El presidente mexicano subrayó que el combate a los cárteles de la droga requiere que “se frene el tráfico de armas y de dinero ilícito que fluye desde el norte al sur y que nutre y fortalece a organizaciones de la delincuencia organizada” en México.
Calderón le achaca a Estados Unidos que mientras su gobierno ha desplegado a un vasto operativo militar para combatir al narcotráfico, que ha dejado 9.600 muertos desde 2008, Washington no hace lo suficiente para frenar el tráfico de armas y de dinero ilegítimo que proviene del mayor mercado de consumo de cocaína del mundo. “En esta batalla contra los carteles tengo la confianza de que la administración del presidente Calderón aplica las técnicas necesarias, pero en el respeto de los derechos humanos”, dijo Obama por su lado
Afirmó además que su administración seguirá con “sus esfuerzos para reducir la demanda de drogas y ampliar la seguridad en la frontera (…) para evitar el flujo de armas” del norte hacia el sur.
La migración fue otro de los puntos que abordaron los socios del TLCAN en la cumbre de Guadalajara. Obama señaló que la fuerte migración de mexicanos hacia su país “es interés de Estados Unidos a largo plazo”. Admitió que “tenemos un sistema de migración roto y si seguimos por este camino tendremos tensiones con nuestros vecinos mexicanos”. Unos 12 millones de mexicanos viven en Estados Unidos, de los cuales alrededor de la mitad son indocumentados.
Los líderes de los tres países se comprometieron además a trabajar conjuntamente y “preparar a América del Norte” para el otoño boreal, cuando se espera un rebrote de la pandemia de gripe porcina sobre todo en México y Estados Unidos, dos de los países más afectados por la enfermedad