Cientos de personas marcharon en Hong Kong antes de una votación clave en la cámara local sobre las reformas electorales respaldadas por Beijing, que provocaron protestas callejeras masivas el año pasado.
A unos días de que se tome una importante decisión sobre el futuro político del núcleo financiero, en el sur de China, manifestantes prodemocracia desfilaron hacia la sede de gobierno de la ciudad para pedir el veto del paquete de reforma electoral del gobierno.
En juego está la forma en la que los hongkoneses elegirán en el futuro al gobernante local, que ahora es seleccionado a dedo por un comité de personas destacadas próximas a Beijing. La reforma que se debate a partir del miércoles permitiría elecciones directas por primera vez, aunque el comité de élite filtraría a los candidatos.
La propuesta está “en línea con las circunstancias actuales de Hong Kong, teniendo en cuenta los intereses y peticiones de diferentes grupos y sectores sociales en Hong Kong”, afirmó el viernes el portavoz del Ministerio chino de Exteriores.
Los activistas prodemocracia, que el pasado otoño llamaron la atención del mundo ocupando partes de la ciudad durante 11 semanas para pedir más libertad electoral, rechazaron la propuesta, que tachan de “farsa de democracia”, y pidieron un sufragio universal auténtico.
Las autoridades se preparaban para nuevas tensiones, mientras grupo prodemocracia y progobierno preparaban marchas ante el complejo del gobierno. Los administradores de la ciudad temen que los manifestantes puedan intentar de nuevo ocupar las calles, aunque los organizadores, que esperan convocar a 50.00 personas para las marchas diarias de esta semana, lo han descartado.