Lo que menos conviene al DF en estos momentos son las disputas internas.
Tras ser informada del nuevo programa Hoy No Circula, una parte de la ciudadanía se mostró en contra. Fue en redes sociales primero, y en las calles más tarde, donde volcaron su molestia.
Para ayer viernes se convocó a colapsar la ciudad y por fortuna pocas personas atendieron el llamado para bloquear salidas carreteras. Ninguna fue afectada.
No se trata de pelear.
Las decisiones surgidas del gobierno de Miguel Ángel Mancera tienen su razón de ser.
Y el que además grupos opositores al jefe de Gobierno metan la mano en la organización de las movilizaciones es doblemente reprobable.