La noche del jueves para amanecer viernes, en Venezuela el presidente de allá, Hugo Chávez firmo un decreto de “nacionalización”.de la industria del cemento.
Pero ¿nacionalizar es como expropiar?
Conocemos el término por la expropiación petrolera, pero la nacionalización en el contexto en el que hablamos es un sinónimo de estatización, y es un concepto que hace referencia a la transformación de una empresa privada en una pública, o en la transformación de los derechos de explotación de un recurso por entidades privadas a sólo las públicas.
La expropiación, como figura jurídica es la que desarticula a la garantía de propiedad en función de la utilidad general que la provoca debe realizarse según el marco constitucional para así asegurar el imperio de las garantías.
Suenan similares pero no lo son por ejemplo en la nacionalización se paga de acuerdo a un avaluó el valor comercial de la empresa; en la expropiación se paga del bien expropiado el valor en libros de acuerdo a los impuestos que general la propiedad.
De ahí que se tema tanto a la palabra expropiación, aunque para ser honestos a los empresarios no les agrada ninguna de estas palabras.
Y tanto es el caso que en la noche del jueves en un mensaje en cadena nacional el mandatario Hugo Chávez al hacer público el decreto de nacionalización, dijo que las empresas se transformarán en firmas de producción social.
Ofreció pagar “lo que cueste”, cuestión que vamos, de los males es el menor.
Y lo único que se puede perseguir en este caso de acuerdo al derecho internacional es que se pague bien ya que tanto nacionalización como expropiación, aunque se apele en cortes internacionales son figuras del derecho que se deben respetar por el marco tan fenomenológico en que se mueven, vamos un tribunal en Paris poca o casi nula competencia tendría al tratar de atender a Cemex en caso de que Lorenzo Zambrano, mexicano de éxito y dueño de Cemex, quisiera oponerse a dicha medida adoptada por Hugo Chávez.
Lo que vera México es que de acuerdo al derecho internacional apoyara a Cemex para que le sea pagado hasta el último centavo de su valor en Venezuela pero mas allá de si le parece o no una canallada, poco podrá hacer.
Es el segundo revés que recibe Cemex en el ultimo lustro, tuve la pena de escribir en el 2005 sobre que Cemex vendía su participación en una cementera en Indonesia donde esta como socio del Estado afianzando su situación en aquella parte del mundo porque, el gobierno de la localidad le jugo rudo y suspendió ciertas garantías en las ganancias de la cementera.
Así fue como Lorenzo Zambrano vendió el 25% de Semen Gresik a Rajawali Group.
Ahora, quien mas pierde es Chávez y Venezuela con medidas así ya que si bien es dentro de lo que “cree” Chávez conviene mas a su proyecto de nación bolivariano, pero sucede que movimientos así no dan certeza jurídica para que los empresarios vayan e inviertan en Venezuela.
Llego pongo mis millones de dólares crezco y en algún momento, me nacionalizan y expropian porque lo que hago es catalogado como de bienestar social, con su permiso.
Por eso mas y mas empresarios mientras este ahí Chávez, no quieren oír de Venezuela.
¿Estamos?
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Las particularidades ideológicas y culturales del líder venezolano lo hacen tan impredecible para el capital privado y las multinacionales que han de andar paranoicos y a la defensiva permanentemente, mientras ven derrumbarse a su alrededor las garantías paradisíacas que siempre les acompañan para hacerse con la riqueza (y los consumidores) del tercer mundo….Toca poner las cartas…