Investigadores de IBM Corp. informaron que mediante una supercomputadora masiva, lograron simular la corteza cerebral de un gato, la parte más evolucionada del cerebro.
La computadora tiene 147.456 microprocesadores, mucho más que la mayoría de los computadores personales modernos, que sólo tienen uno o dos procesadores. El equipo de IBM también tiene 144 terabytes de memoria principal, equivalente a 100.000 veces la capacidad de una computadora común.
Previamente, los científicos han simulado el 40% del cerebro de un ratón en 2006, el 100% del cerebro de una rata en 2007 y 1% de la corteza cerebral humana este año, usando supercomputadoras cada vez más grandes.
El avance tecnológico más reciente, presentado durante una conferencia de supercomputación en Portland, Oregón, no significa que la computadora pueda pensar como un gato, ni que sea la progenitora de una nueva raza de robogatos.
La simulación, que corre 100 veces más lentamente que el cerebro de un gato real, buscó más bien cómo se forman los pensamientos en el cerebro y cómo funcionan juntas las 1.000 millones de neuronas y los 10 billones de sinapsis en el cerebro de un gato.
Los investigadores crearon un programa que buscó hacer que la supercomputadora, situada en el Laboratorio National Lawrence Livermore, se comportara como se cree que se comporta el cerebro.
Durante un experimento, se le mostraron a la computadora imágenes de logotipos empresariales, incluyendo uno de IBM, y los científicos observaron cómo las diferentes partes del cerebro simulado trabajaban para deducir qué era la imagen.
Dharmendra Modha, gerente de informática cognoscitiva para la unidad de investigación de IBM y el principal autor de la investigación, dijo que el experimento podría conducir a la creación de computadoras que dependan menos de “datos estructurados”, tales como la suma de dos más dos es igual a cuatro.
Dijo que la idea es crear equipos que sean capaces de lidiar con la ambigüedad, como la identificación de un logotipo empresarial aun cuando la imagen esté borrosa.
Tales computadoras podrían incorporar mecanismos de recepción de información, equivalentes a los sentidos de la vista, el tacto y el oído para las decisiones que tomen.