Mi primera columna hace meses fue acerca de los accidentes de tren, esta temporada pueden ver en el cine una pelÃcula llamada â??Imparableâ?.
Como pueden darse cuenta, la he visto, todo porque una excompañera la vio y un comentario sobre ésta me motivó para ir a verla, aparte de que habÃa visto el tráiler hace muy poco, lo que me he inspirado para escribirles estas palabras.
Debo admitir que me emocione, como niña en una tienda de dulces, hasta busque el nombre del ferrocarril en internet, es una compañÃa real, no es inventada, es un pequeño ferrocarril de Estados Unidos. Mi acompañante no dejaba de preguntar si de verdad se utilizaba toda esa tecnologÃa para controlar los trenes, más un montón de otras preguntas y yo no paraba de reÃr, es de esas veces que sientes que si tú tienes el conocimiento sobre algo, todos los demás lo tienen, se me olvida que el ferrocarril es un tema muy poco explorado, digamos que, más bien ignorado por muchos ya que se piensa que es un medio de transporte viejo y arcaico. Esto me hizo darme cuenta que muchos no se imaginan la cantidad de gente y tecnologÃa que se necesita para poner un tren en movimiento.
Por favor, vean la pelÃcula, es un claro ejemplo de lo que se hace todos los dÃas, ya que no hay dÃa de descanso para el ferrocarril (se mueve de Lunes a Domingo), viéndola se pueden dar una idea del manejo del ferrocarril, tecnologÃa y equipos de gente que se mueven detrás de, además de los riesgos que este conlleva. Un descuido como el que sucede en este largometraje, bastante bien manejado por cierto, es muy difÃcil que suceda, ya que como ferrocarrileros estamos capacitados para evitar este tipo de situaciones, pero no estamos exentos.
No es para que se asusten, ni tengan miedo, es para que crezca el respeto al paso del ferrocarril y éste los lleve a hacer alto total, observar y escuchar, como les enseñan a los niños en la pelÃcula.
La oportunidad se presta para recordarles que si están interesados en aprender más sobre las campañas de seguridad, llamen a su compañÃa local de ferrocarril para solicitar información. Hay campañas para llevar a escuelas o a sus compañÃas, sobre todo si manejan embarques por ferrocarril.
No me voy a cansar de decirles que tengan cuidado, mi espÃritu ferrocarrilero me impide quedarme callada sobre este asunto, por favor, respeten el ferrocarril. Cuando pasen por un crucero acuérdense de la pelÃcula, si es que la ven, no me gustarÃa que se los lleve el tren, literalmente.
Yo si hago alto total ¿y tú?
Tania Garza. Lic. En Administración, ferrocarrilera, malvadina, biónica y algunas veces diva.