La impunidad es uno de los problemas mas fuertes que estamos enfrentando en México.
¿Estamos?
Digo, de ocho homicidios que vemos en las estadísticas UNO es llevado ante las autoridades y de seis llevados a las autoridades uno alcanza sentencia.
Así quien no quiere ser delincuente este es el paraíso para ellos.
Pero no solo en esas esferas se maneja la impunidad, sino también el trafico de influencias, fíjense que hace unos días en Hermosillo Sonora los policías le marcaron el alto a una camioneta que iba en sentido contrario por una calle; pero cuando los oficiales vieron que el conductor presentaba aliento alcohólico pues llamaron a los peritos y llevaron a la persona en cuestión ante el juez calificador.
Digo, apenas si estaba por debajo en el alcoholímetro, la multa podía ser pagada y listo, pero el juez Cesar Gabriel ¡lvarez dejo ir a la persona en cuestión hasta sin multa.
¿Porque?
Era Manuel Espino anterior dirigente del Partido Acción Nacional quien con sus aun múltiples influencias se valió para salir bien parado de esta situación, que dirán sus compañeros en la Organización Demócrata Cristiana de América (ODCA); vayan ustedes a saber quizá y nadie mas se entero.
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