Las autoridades indias restringieron el lunes el acceso de los periodistas que cubren el viaje del Dalai Lama a un área fronteriza en disputa en un aparente esfuerzo por minimizar tensiones con la vecina China.
China presentó su protesta por la visita de una semana del líder espiritual tibetano al estado Arunachal Pradesh, en el noreste del país, desde el domingo después de meses de creciente tensión entre la India y China.
El Dalai Lama realizó sesiones de oración y de enseñanza con sus seguidores en el pueblo Tawang del Himalaya, cerca de la frontera del Tibet controlado por China.
La India se negó a autorizar el viaje de los periodistas extranjeros a Tawang para que cubran la visita y trató de mantener a los periodistas locales lejos del Dalai Lama el domingo.
Cuando el Dalai Lama inauguró un pabellón de un hospital el lunes en Tawang, Leki Phuntso, funcionario de prensa del gobierno estatal, dijo que a los periodistas se les pidió que no hicieran pregunta alguna.
China exigió a la India que cancele el viaje, pero el gobierno en Nueva Delhi alegó que el Dalai Lama, que vive en el exilio desde 1959, es un visitante de honor y tiene libertad para ir a cualquier lugar del país.
En el primer día de su visita el domingo, el líder tibetano dijo a los periodistas que lograron acercarse a él que las acusaciones de Beijing de que su visita era contra China carecían de sustento.
Pero el lunes el líder tibetano estaba rodeado de un cordón de seguridad que hizo imposible hacerle preguntas.
Después de pasar el primer día de su visita en el monasterio Tawang, el Dalai Lama comenzó el lunes con una serie de sesiones públicas de enseñanza desde un pequeño templo budista, el cual dominaba un vasto patio cubierto de polvo que había sido adaptado en un estadio para acomodar a más de 25.000 peregrinos, según se había previsto.