Indonesia ha “dado más de lo que debería” para ayudar a los cientos de migrantes rohingya y bangladesíes abandonados por traficantes de personas en barcos, dijo su ministra de Exteriores el martes, un día antes de su reunión con homólogos de otros países afectados por la crisis humanitaria.
La canciller Retno Marsudi dijo que en la reunión del miércoles con funcionarios malasios y tailandeses se discutirá cómo solucionar el problema migratorio con ayuda de los países de origen, la agencia de Naciones Unidas para los refugiados y la Oficina Internacional para las Migraciones.
“Esta migración irregular no es problema de una o dos naciones. Esto es un problema regional que también ocurre en otros lugares. Esto es también un problema global”, dijo Marsudi a periodistas tras una reunión del gobierno en el palacio presidencial.
Indonesia acogió a 1.346 migrantes rohingya y bangladesíes que llegaron a las provincias de Aceh y Sumatra del Norte la semana pasada, explicó la ministra. La primera tanda, 558 personas en un solo barco, arribó el 10 de mayo y la segunda, con 807 en tres embarcaciones, lo hizo el viernes. Incluso antes de la crisis, el país acogió a cerca de 12.000 migrantes que estaban a la espera de realojamiento, apuntó. La mayoría eran musulmanes rohingya que huían de la persecución en Mianmar, de mayoría budista. No más de 500 de ellos fueron reubicados en terceros países cada año.
“Indonesia ha dado más de lo que debería como estado no participante en la Convención del Refugiado de 1951”, dijo la ministra.
La crisis estalló este mes cuando gobiernos de la región empezaron a perseguir a los traficantes de personas. Algunos capitanes de barcos empleados con ese fin abandonaron los cargueros – y a cientos de migrantes dentro – en el mar. De ellos, unos 3.000 llegaron a tierra en Malasia, Tailandia e Indonesia, pero los tres países han alejado a algunos barcos. Grupos de ayuda estiman que hay miles de migrantes más – que huyen de la persecución en Mianmar y la pobreza en Bangladesh – abandonados en el mar de Andaman.
La cooperación de Mianmar se considera vital para solventar la crisis, pero su gobierno ya ha puesto en duda si asistirá a una conferencia que se celebrará en Tailandia el 29 de mayo con las 15 naciones asiáticas afectadas por la situación.
Como Indonesia, Tailandia y Malasia no firmaron la convención de Naciones Unidas, que les obligaría a tomar a algunos refugiados. Todos han dicho que no pueden aceptar a más rohingya; Malasia, el país al que muchos de ellos intentan llegar, tiene ya a decenas de miles.