Indonesia ejecutó en los primeros minutos del viernes a tres nigerianos y un indonesio condenados a muerte por narcotráfico, anunció el fiscal general adjunto.
Los cuatro condenados los fusilaron poco después de la medianoche (hora local), declaró a la prensa el fiscal Noor Rachmad, sin explicar por qué los otros diez condenados a la pena capital no fueron ejecutados como había sido anunciado.
“Por el momento se llevaron a cabo las ejecuciones de cuatro convictos condenados a muerte”, dijo Rachmad.
Indonesia había rechazado este mismo jueves más temprano los llamados de la ONU y de la UE a renunciar a la ejecución de 14 condenados a muerte por narcotráfico.
Los condenados, entre ellos nigerianos, zimbabuenses, paquistaníes, indios e indonesios, están en régimen de aislamiento en Nusakambangan (sur), “el Alcatraz de Indonesia”, una cárcel ubicada en una pequeña isla de Java, donde las ejecuciones tienen lugar por lo general poco después de la medianoche.
El Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos, Zeid Ra’ad Al Hussein, pidió el miércoles a Indonesia renunciar a estas ejecuciones.
La Unión Europea también pidió a Yakarta abolir la pena capital, “una sanción cruel e inhumana”.
Pero el portavoz del ministerio indonesio de Relaciones Exteriores, Arrmanatha Nasir, defendió el martes las ejecuciones, señalando que se trata simplemente de “aplicar las leyes” de este país del sureste de Asia.
En abril de 2015, la ejecución de ocho hombres —incluyendo un brasileño— condenados a la pena capital por narcotráfico, levantó duras condenas internacionales.