Bien, hemos venido hablando que si bien es tiempo de ir viendo indicadores durante este mes de septiembre, para ver proyecciones y poder jugar al “gurú” en el próximo año, las cosas no están muy agradables.
Ya la inflación de julio del año pasado a julio de este en solamente los alimentos registro un record que no se veía en años; 6 por ciento.
Energéticos, debilidad del dólar, afectaciones climáticas, etc. han sido factores determinantes, pero quien en verdad paga el costo de todo esto es el usuario final.
Por ende, daña la economía de los que menos tienen y las personas de la tercera edad ya que reciben bonos para alimentos.
Pero si a esto sumamos que el panorama no es muy alentador, pues poca gente desea emprender la aventura de embarcarse en una hipoteca o, los bancos habiendo aprendido con todas las subidas y bajadas en sus réditos y ganancias, encarecen el costo del dinero.
Lo que, deprecia el mercado.
Sin embargo, al menos los norteamericanos creen u opinan que ya lo peor paso, eso lo indica la lenta, paulatina y ligera recuperación que por segundo mes consecutivo, el índice de confianza del consumidor.
Este índice, ayuda única y exclusivamente a ver que intención de compra a mediano y largo plazo tiene una persona común y su alcance de entendimiento en los aspectos económicos del país donde habita.
Así que si, las autoridades norteamericanas ven que aun lento y mínimo ya es bueno, cuando el 50 por ciento descendió en un año de este índice, aunque a mediano plazo (Febrero por ejemplo) el índice debe repuntar por las compras de fin de año.
Si el consumidor final, que son ciudadanos como usted y como Yo, tenemos confianza en que la situación no tendrá grandes virajes y, usamos la tarjeta de crédito o, sacamos una hipoteca, el gobierno ve que la confianza puede generar en efecto “bola de nieve” la recuperación.
La cuestión, es que se mantenga.
Technorati Profile