Los empresarios Javier y Óscar Rodríguez Borgio, dueños de Grupo Gasolinero Mexicano (GGM) y los casinos Big Bola, no sólo se infiltraron en Petróleos Mexicanos (Pemex) por medio de la renta de barcos a Oceanografía SA de CV, sino a través de su empresa Libertad Servicios Financieros, para ofrecer créditos de nómina a empleados de la paraestatal.
La firma que operaba públicamente con el nombre Caja Libertad, y que está bajo investigación de la PGR por presunto lavado de dinero, incluso cuenta con un módulo ubicado dentro del complejo administrativo de Pemex en la Ciudad de México.