El ministro británico de Asuntos Exteriores, William Hague, dijo hoy que uno de los objetivos de su Gobierno es el de revitalizar las relaciones políticas y económicas con Latinoamérica y que no cree que el conflicto de las Malvinas suponga ningún “obstáculo” para ello.
Pese a reafirmar en un discurso en Londres que “no habrá cambios” en la posición de su país con respecto a ese archipiélago, reclamado por Argentina, Hague señaló que ello no debe entorpecer “las relaciones positivas a las que aspiramos”.
En su intervención, la primera de un ministro de Exteriores británico auspiciada por el Consejo Hispánico-luso-brasileño, el político tory recordó que las exportaciones a Latinoamérica son ahora, con un 1 por ciento del total, muy inferiores a lo que fueron en el pasado.
En ese contexto, Hague hizo hincapié en el hecho de que el Reino Unido exporte actualmente tres veces más a Irlanda que a “una región de 576 millones de habitantes y veinte repúblicas soberanas”.
“Nuestro comercio con Brasil, un país con una población de casi 200 millones de personas es menos de la mitad del que tenemos con Dinamarca, mientras que Chile y Argentina ocupan sólo los puestos 43 y 49 respectivamente en nuestros mercados de exportación”, dijo el ministro, que recalcó que Alemania exporta casi cuatro veces más a América Latina y Francia e Italia “nos han dejado también atrás”.
“Nos apartamos de Latinoamérica justo cuando la región empezaba a progresar”, agregó Hague, quien mencionó como significativo de ese abandono el cierre de cuatro embajadas británicas, El Salvador, Honduras, Nicaragua y Paraguay, entre 2003 y 2005.
“La historia nos enseña que Gran Bretaña tiene un historial de subestimar a América Latina y descuidar sus oportunidades, y el actual Gobierno británico está decidido a poner remedio a ese abandono”, subrayó.
Tras citar la importancia de Latinoamérica desde el punto de vista ecológico y cultural, Hague destacó sobre todo su papel como “una de las indiscutibles locomotoras de la economía mundial con un PIB combinado de 5,16 billones de dólares y que sigue creciendo”.
“Brasil va camino de convertirse para el 2025 en la quinta economía del mundo, el PIB combinado de México y Argentina equivale al de la India y tres de los países del G-20 son latinoamericanos”, señaló.
El ministro apuntó también otros éxitos de países de la región como “la disciplina fiscal” del Perú, con “uno de los ratios deuda-PIB más bajos del mundo”, el crecimiento panameño del 6,2 por ciento, o el de Chile, “cuya robusta economía ha seguido creciendo pese al devastador terremoto de este año”.
Se felicitó al hecho de que “la gran mayoría de países latinoamericanos sean democracias”, y dijo que constituyen “el mayor y más diverso grupo de democracias fuera de Europa occidental” y ésa es la razón por la que Londres y Bruselas dieron su apoyo “al proceso democrático ecuatoriano durante las recientes protestas”.
El jefe de la diplomacia británica aseguró que seguirá “colaborando estrechamente con el Gobierno de Colombia” a favor de “la mejora de la situación de los derechos humanos en ese país” y expresó su interés en “trabajar con la presidenta electa” de Brasil.
En ese sentido, dijo que Londres seguirá abogando por “la reforma de la ONU con un Consejo de Seguridad ampliado, del que Brasil sea miembro permanente”.
Es justo que una región que proporcionó a casi la mitad de los miembros fundadores de Naciones Unidas esté plenamente representada en las instituciones internacionales”, apuntó Hague, que recordó que, al ocupar la presidencia del G-77, Argentina “desempeñará también un papel clave en el sistema de la ONU el próximo año”.
Tras informar de la próxima visita a México, Guatemala y Panamá del secretario de Estado de su ministerio, Jeremy Browne, que ya viajó antes a Chile y Colombia, anunció para 2011 la del viceprimer ministro, el liberaldemócrata Nick Clegg.
En declaraciones a EFE tras su intervención, Hague dijo con respecto a las islas Malvinasa que “no hay nada que negociar al respecto” y que “no hay discusión posible sobre la soberanía”s.
Hague aseguró, por otro lado, que el Reino Unido será un importante defensor de las aspiraciones de Latinoamérica a exportar libremente sus productos agrícolas a la Unión Europea, y destacó que, incluso en capítulos en los que Gran Bretaña tiene intereses más arraigados, siempre defenderá el libre comercio.
En el discurso ya había señalado que su Gobierno apoyará ambiciosos acuerdos comerciales con Mercosur, la Región Andina y Centroamérica