Insurgentes sirios invadieron una fábrica de ladrillos reconvertida en base militar en el noroeste de Siria el lunes, y tomaron tanques y otras armas en el último revés para las fuerzas del presidente Bashar Assad en la zona, dijeron activistas.
La ofensiva de la oposición en la región de Idlib ha resultado en la toma de control de la capital provincial, una localidad estratégica y pueblos y bases militares desde su inicio el mes pasado. Las facciones armadas contrarias a Assad, procedentes de todo el espectro ideológico, mostraron un grado de coordinación nunca visto hasta ahora en el norte de Siria, que ayudó al éxito de la campaña.
Tras horas de intensos combates el lunes, combatientes de la oposición se hicieron con el control de la base en la fábrica de ladrillos al noroeste de la localidad de Ariha, dijeron el Observatorio Sirio para los Derechos Humanos, con sede en Gran Bretaña, y la página de Facebook del comité coordinador activista Jisr al-Shughur.
Los insurgentes se hicieron además con siete tanques, vehículos blindados, armamento pesado y munición, agregó el Observatorio.
Fotografías publicadas en la cuenta de Twitter de uno de los grupos implicado en la batalla, la filial de Al Qaeda Frente Nusra, mostró a combatientes transportando cajas verdes de los que parecía ser munición. El perfil tenía también fotos de un taque y artillería pesada calificados como “botines” de la batalla.
Las imágenes no pudieron ser verificadas de inmediato, pero parecían auténticas y se correspondían con otras informaciones de la Associated Press.
La caída de la base es la última de una serie de derrotas de las fuerzas de Assad en Idlib. Las fuerzas de Damasco han sido expulsadas ya de la ciudad de Idlib, la capital provincial, así como de la localidad de Yisr al-Shughur.
La agencia de noticias estatal siria SANA dijo que el ejército estaba librando “intensos combates” alrededor de la fábrica de ladrillos, y que mató e hirió a un “gran número de terroristas”. El gobierno se refiere a todos aquellos que luchan para derrocar al presidente Bashar Assad como “terroristas”.