Irlanda votó por abrumadora mayoría en favor de legalizar el matrimonio homosexual en el primer referéndum nacional que se celebra en el mundo sobre ese tema, indicaron el sábado los líderes de ambos bandos en el país, a pesar de que el recuento oficial no había terminado.
Miembros destacados de la campaña por el “No”, que querían impedir una enmienda de la constitución irlandesa para permitir el matrimonio entre personas del mismo sexo, dijeron que la única duda el sábado era el margen de la victoria del “sí” en la votación del viernes.
“Somos el primer país en el mundo que consagra la igualdad del matrimonio en nuestra constitución, y en hacerlo por mandato popular. Eso nos convierte en un faro, una luz para el resto del mundo en libertad e igualdad. Es un día de gran orgullo para ser irlandés”, dijo Leo Varadkar, ministro del gobierno irlandés y que se identificó como homosexual al comienzo de la campaña del gobierno para reformar la conservadora constitución católica del país.
“Habrá una mayoría muy importante de votos por el sí. Para ser franco con ustedes, no me sorprende en absoluto,”, dijo el senador irlandés Ronan Mullen, uno de los pocos políticos que había pedido el rechazo a la propuesta.
Los centros de votación informaban de mayorías de “sí” incluso en zonas rurales, indicó el analista político Noel Whelan. La única cuestión es saber cómo de grande será la mayoría cuando se hayan escrutado todos los votos del país, de mayoría católica y con 4,6 millones de habitantes.
Varadkar, que asistía al recuento de votos en el centro de votación del Condado de Dublín, señaló que la capital irlandesa parecía haberse inclinado en un 70% a favor del matrimonio homosexual, y la mayoría de los distritos fuera de la capital informaban de grandes ventajas del “Sí”. Ningún distrito había registrado una victoria del “no” por el momento, añadió. Los resultados oficiales se esperaban más adelante el sábado.
Los partidarios del “no” atribuyeron el éxito de sus rivales a una campaña creativa y emotiva que aprovechó el poder de los medios sociales para movilizar a los jóvenes, de los que decenas de miles votaban el viernes por primera vez. Además, apuntaron, una victoria del “no” era improbable dado que todos los partidos políticos y la mayoría de los parlamentarios apoyaban la legalización de los enlaces homosexuales, apenas cinco años después de que el parlamento aprobara uniones civiles similares al matrimonio entre personas del mismo sexo.
Michael Martin, líder del partido Fianna Fail, tradicionalmente cercano a la Iglesia católica pero que al igual que los demás hizo campaña por la legalización, dijo que “parece una victoria rotunda para el bando del sí”. En su nativa Cork, los observadores registraban una victoria del “sí” con más del 60% de los votos.
John Lyons, uno de los cuatro parlamentarios abiertamente homosexuales en la cámara de 166 diputados, dijo estar sorprendido por la cantidad de votantes mayores a los que había encontrado en campaña que iban a votar a favor. Pero atribuyó un mérito especial a la movilización de los jóvenes, muchos de los cuales volvieron a casa de estudios o trabajos en el extranjero para poder votar.
“La mayoría de los jóvenes con los que hice campaña nunca habían llamado a una puerta en sus vidas”, comentó Lyons, que representa al noroeste de Dublín en el Parlamento. “Eso dice algo sobre la Irlanda moderna. Nunca subestimemos al electorado, o lo que piensan”.