La autoridades israelíes destruyeron el miércoles dos casas palestinas y un galpón construidos sin permiso en el sector oriental anexado de Jerusalén, según la policía y testigos. Esta acción ocurre menos de 24 horas después del anuncio por Israel de la construcción de 900 viviendas judías en Jerusalén-este, que provocó un fuerte rechazo internacional, en especial de Estados Unidos, y acaba de colocar un nuevo obstáculo a un reinicio del proceso de paz israelo-palestino.
Estas casas fueron destruidas en diferentes barrios de Jerusalén-este pues fueron construidas sin permiso, indicó el Comité Israelí contra las Destrucciones de Casas (ICAHD), una ONG israelí. La primera, situada en el barrio de Issawiya, fue destruida por orden de un tribunal, indicó a la AFP el portavoz de la policía.
“Los habitantes del barrio bloquearon varias carreteras que conducían a la vivienda y lanzaron piedras contra la policía. No hubo detenidos”, precisó el vocero Micky Rosenfeld. Según un fotógrafo de la AFP, decenas de policías y militares, la mayoría con equipos antidisturbios, fueron desplegados durante la operación. Hubo escaramuzas, pero sin heridos.
La Autoridad Palestina denunció esta acción. “Mientras Israel continúa construyendo más implantaciones ilegales, demuele más casas palestinas en Jerusalén-este ocupada (…) y crea una situación de apartheid de facto en el lugar”, deploró el negociador Saeb Erakat.